martes, 12 de junio de 2007

Cada vez menor disponibilidad promedio de agua por habitante

INEGI: el valle de México, la zona más afectada; es de sólo 192 metros cúbicos;

La Jornada
2007-06-05 12:35 pm

Este 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente con un panorama difícil a causa del cambio climático. A escala mundial se prevé que de continuar la tendencia del calentamiento global, a finales de este siglo se podrían derretir los hielos de Groenlandia y la Antártida, que constituyen casi 99 por ciento del hielo de agua dulce del mundo, lo cual llevaría a que el nivel del mar subiera 64 metros. En México se enfrenta una situación de baja disponibilidad del líquido, 53 por ciento menor que en 1970.

El agua es sólo uno de los múltiples recursos que están en crisis a escala planetaria, y la escasez del líquido se verá agudizada con el cambio climático, que de mantener el sesgo actual llevará a que en 2050 la sequía y el deshielo de los glaciares dejen sin agua dulce a más de mil millones de personas y provocarán la extinción de 30 por ciento de especies animales y vegetales, afirma el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en su informe de este año, alertó que las vidas de miles de millones de personas se verán afectadas por el deshielo de los casquetes polares y los glaciares, debido al calentamiento global. Precisó que ese impacto tendrá como consecuencia más directa la reducción en la disponibilidad de agua para beber y para la siembra, así como la subida del nivel del mar en muchas partes del planeta.

Pese a que desde hace 35 años se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre Medio Humano con el propósito de hacer patente la necesidad de que gobiernos y pueblos del mundo tomen conciencia y realicen acciones conjuntas para enfrentar y reorientar las causas del deterioro ambiental, los daños van en aumento y los gobiernos apenas se están poniendo de acuerdo, a excepción de Estados Unidos, que aporta 25 por ciento de gases de efecto invernadero y no ratificó el Protocolo de Kyoto.

La situación del agua en México es cada día más difícil, ya que en 2005 la disponibilidad promedio del líquido por habitante fue de 4 mil 573 metros cúbicos, 53 por ciento menos que en 1970, cuando era de 9 mil 791; sin embargo, en el valle de México se registró la menor disponibilidad por persona: 192 metros cúbicos, de acuerdo con un reporte del INEGI sobre el sector.

Agrega que en México el desperdicio, la falta de pago por el suministro, la contaminación del recurso, su inadecuada utilización y deficiente administración, así como la presión poblacional, han provocado que en 50 años la nación se encuentre entre las que tienen baja disponibilidad de agua.

Ante la magnitud de los problemas, como la falta de cobertura de agua potable para todos los mexicanos, la solución que el gobierno federal encontró fue "trabajar con los gobiernos locales y la iniciativa privada", señala el Plan Nacional de Desarrollo. Las empresas, hasta ahora, han tenido una participación marginal en el sector.

México es uno de los 15 mayores generadores de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático, y las autoridades prevén atacar ese problema con programas que ya están en marcha, como la promoción del uso eficiente de energía, la aplicación de estándares internacionales en los vehículos y desarrollar "escenarios climáticos regionales".

Mientras eso ocurre, los impactos económicos y humanos en México a causa de los desastres naturales, que en gran medida se deben a ese fenómeno -según especialistas-, han sido enormes. Entre 1988 y 1999 se reportaron pérdidas por 4 mil 549 millones de dólares y murieron 2 mil 968 personas. En sólo un año, 2005, los huracanes Stan y Wilma ocasionaron pérdidas directas por 21 mil millones de dólares y la muerte de 882 personas, según el INEGI.

Los niveles de deforestación en el país, de entre 400 y 600 mil hectáreas, lo colocan en el tercer lugar a escala mundial. Se ha perdido 95 por ciento del bosque tropical original, más de 90 por ciento de bosques mesófilos y más de la mitad de bosques templados, de acuerdo con datos del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, el cual advierte que el daño es irreparable, pero puede ser atenuado con una intensa campaña de reforestación.

Informe del PNUMA

El lema de este año del Día Mundial del Medio Ambiente es "El deshielo, ¿un tema candente?" El informe anual es una previsión global sobre hielo y nieve. En el documento se señala que 40 por ciento de la población mundial podría verse afectada por la pérdida de nieve y glaciares en las montañas de Asia. Cambios similares podrían enfrentar poblaciones limítrofes con los Alpes, los Andes y los Pirineos.

Aunque el calentamiento no es un fenómeno generalizado en la Antártida, como en el Artico, hay una importante disminución de los hielos australes, donde habrá temperaturas más cálidas a finales de este siglo, concluye el estudio.

Analiza la situación del hielo y la nieve en el Polo Norte (Artico), el Polo Sur (Antártida) y regiones de montaña de todo el mundo, entre otras zonas de la criosfera -parte de la corteza terrestre donde se forma el hielo-, importantes componentes del sistema climático de la Tierra.

El documento, de 238 páginas, afirma que la influencia externa más importante sobre nieves y hielos este siglo será el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, causados por actividades humanas, cuya acumulación es considerada por los científicos causa "muy probable" del calentamiento del planeta.

"Los aumentos en las temperaturas anuales del planeta de los últimos tiempos se han producido en la región ártica de América del Norte, en Liberia centroseptentrional y en la península Antártica", plantea el documento.

En la Antártida, el calentamiento no ha sido un fenómeno generalizado en años recientes, a diferencia del Artico, donde las temperaturas han aumentado casi el doble, considerando el promedio mundial, afirma.

La Antártida tiene una extensión de 12.3 millones de kilómetros cuadrados y un volumen de hielo de 24.7 millones de kilómetros cúbicos. Se estima que si éstos desaparecieran totalmente, el nivel del mar subiría unos 57 metros. El glaciólogo chileno Andrés Rivera explica que "la Antártida, en su conjunto, está contribuyendo al incremento del nivel del mar, pero no hay certeza de la magnitud de su contribución", debido a las diferencias en sus regiones.

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