lunes, 25 de junio de 2007

Faltan por certificar 264 playas turísticas

El año pasado México inició el proceso para garantizar la calidad de las aguas, la reducción de riesgos de salud y la protección de ecosistemas naturales, pero desde entonces a la fecha sólo 11 están en trámite para obtener el documento. El reto del gobierno federal es que en esta administración se logre avalar, al menos, los 46 destinos más importantes para el turismo, dice la Comisión Nacional del Agua

BELÉN MERINO
El Universal
Domingo 24 de junio de 2007
El proceso de certificación de playas que inició México en 2006 para garantizar su desempeño sustentable y la calidad de sus aguas avanza lentamente, pues sólo 11 de las 275 -en las que se concentra el 98% del turismo nacional y extranjero- están en trámite para obtener dicho certificado, de acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (CNA).

Este sistema que se rige por la Norma Mexicana NMX-AA-120-SCFI- 2006 -la cual establece los requisitos y especificaciones de sustentabilidad de calidad de playas, particularmente aquellas de interés recreativo-, ha tenido una escasa respuesta por lo que el reto del gobierno federal es que al final de esta administración se logre la certificación de los 46 destinos turísticos más importantes del país.

"El Esquema de Certificación de Playas con base a criterios de desempeño sustentable", a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), es un programa voluntario y hasta el momento representantes de las siguientes playas intentan obtenerlo:

Cinco en Baja California Sur: La Bucana, El Chileno, Palmilla y El Médano, en el municipio de Los Cabos y playa El Tecolote, en el municipio de La Paz; dos en Veracruz: playa Istirincha en el municipio de Nautla y playa San Isidro, en el municipio de Actopan, y cuatro más en Sonora: Playa Hermosa del municipio de Puerto Peñasco, las playas San Francisco, Los Algodones y Miramar en el municipio de Guaymas.

De acuerdo con autoridades de la CNA, el certificado de calidad significa un paso adelante para avanzar en la gestión sustentable de las playas mexicanas, reducir los riesgos de salud de la población y elevar la competitividad de los destinos turísticos mexicanos para incrementar el número de visitantes.

Hace cuatro años, 20% del agua de las playas más importantes para el turismo en México no cumplía con garantías suficientes de salubridad, en la actualidad 98% son aptas para uso recreativo, según datos de la Comisión Federal de Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris), de la Secretaría de Salud, dados a conocer durante el Tercer Encuentro Nacional de Playas Limpias.

En 2006, México recibió a 22 y medio millones de turistas, con lo cual se coloca en el octavo destino turístico a nivel mundial, indican cifras de la Secretaría de Turismo.

En los próximos años se espera incrementar el flujo de viajeros en 35% y las autoridades consideran que buena parte de este aumento podría deberse al incremento en la promoción de sus más de 11 mil kilómetros de costas, por ello ante la próxima llegada masiva de turistas, el gobierno federal pretende tomar medidas para proteger el entorno y evitar la destrucción de sus playas, principalmente a través de este esquema de certificación.

El esquema incluye dos categorías de playas: las de uso recreativo y las prioritarias para la conservación.

En las de uso recreativo se garantiza, entre otros aspectos, la calidad sanitaria del agua de mar, la ausencia de residuos sólidos en la arena, así como restos de petróleo o aceites, ofrece elementos de seguridad y servicios, impide la construcción de infraestructuras en las zonas de dunas, busca la protección de las especies vegetales y animales, prohíbe la modificación de la vegetación original y cuenta con programas de educación y difusión ambiental para los usuarios.

En tanto, en las playas prioritarias para su conservación, consideradas así por su alta diversidad biológica como arrecifes o lugares de anidación de especies como tortugas o aves, los requisitos se extreman. En estos casos, la colecta de basura sólo se puede hacer de forma manual (mientras que en las playas de uso recreativo está permitido el uso de maquinaria), se impide la práctica de actividades con equipos motorizados, y las construcciones deben hacerse acorde con el entorno y con materiales de la región, entre otros puntos.

Las dependencias federales involucradas en la operación del Programa de Playas Limpias, que inició operaciones en 2003, del cual se desprende el mecanismo de certificación, son la Semarnat, la CNA, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

Desde ese año autoridades federales, estatales y municipales, así como la sociedad civil se han unido en los llamados Comités de Playas Limpias, cuyas funciones consisten en vigilar la calidad del agua, informar a la población ante riesgos sanitarios, señalizar y cumplir la normativa en materia de seguridad y controlar los residuos sólidos municipales. En la actualidad hay 31 comités de Playas Limpias en los 17 estados costeros del país.

Las bases y los requisitos para solicitar la certificación se encuentran en la página web de la Semarnat, y establece que pondrán participar los interesados que cuenten con resultados satisfactorios en pruebas de laboratorio sobre calidad de agua y que las playas tengan una longitud mínima de 500 metros de extensión.

Además, el solicitante -que puede ser un municipio, el comité de playas limpias, una organización civil, una empresa o un particular- debe ofrecer información sobre la delimitación geográfica de la playa, la calidad de agua de mar, lagunas costeras y estuarios, la existencia de residuos sólidos, así como presencia de grasa o aceite en la arena y contaminación por aguas residuales o de fábricas.

También debe dar detalles sobre el tipo de infraestructura cimentada en el lugar, el tipo de flora y fauna terrestre y acuática de importancia en la zona, si existe la señalización adecuada para indicar la presencia de especies de fauna silvestre, y si es una zona de anidación de tortugas.

En cuanto a la seguridad y los servicios, dar detalles del tipo de actividades terrestres y náuticas que se desarrollan en la playa, la existencia de salvavidas y equipo de salvamento y servicios para discapacitados, el tipo de educación ambiental que ofrecen y si el municipio donde se localizan cuenta con programas de ordenamiento ecológico.

La evaluación y el dictamen final está a cargo de un organismo de certificación, que en este caso es independiente del gobierno y se trata del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación AC, y es también esta asociación quien entrega el certificado a la playa que cubra los requisitos.

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