De continuar el calentamiento global, desaparecerán 5 millones de especies en el planeta, aseguran científicos
Ricardo Cerón
El Universal
Lunes 25 de junio de 2007
En el siglo XX, la deforestación, la contaminación, el comercio ilegal de animales y la pesca y cacería descontroladas provocaron que desaparecieran cada año unas 30 mil especies.
Sin embargo, en las últimas décadas, el calentamiento global se ha convertido en una amenaza aún más seria que las anteriores para la supervivencia de diversos grupos de animales. Incluso, expertos calculan que de continuar el incremento de la temperatura en el planeta, unas 5 millones de especies podrían desaparecer en el siglo XXI.
Estudios publicados en revistas especializadas, como el de Chris Thomas de la Universidad de Leeds, divulgado en Nature, estiman que el cambio climático podría extinguir entre 18% y 37% de las especies animales. De ahí que los científicos comienzan a hablar de una sexta gran extinción de animales en la historia del planeta.
Ya no se trata sólo de osos polares y pingüinos como especies de las que debemos preocuparnos, sino de millones en todo el mundo, en especial de las casi 20 mil catalogadas en peligro de extinción. En México, el jaguar, el berrendo, el mono aullador, el tlacuache de agua, el teporingo y, principalmente, la tortuga laúd, el perrito de la pradera y el caimán, corren especial riesgo por la alta vulnerabilidad de sus ecosistemas ante el cambio climático.
Desaparecen antes de conocerse
A finales del siglo XVIII, el naturalista francés Georges Cuvier sugirió que a lo largo de la historia de la Tierra se habían registrado extinciones masivas de especies a causa de catástrofes naturales, lo cual fue considerado casi una blasfemia por la comunidad científica de esa época.
Hoy se sabe que en los últimos 550 millones de años se han verificado cinco grandes extinciones de especies por catástrofes naturales, algunas de ellas ajenas al planeta, como sucedió hace 65 millones de años, cuando un meteorito impactó el planeta y desapareció a los dinosaurios de la faz de la Tierra.
El balance entre surgimiento y extinción de especies se había mantenido casi constante en los últimos 8 mil años, desde la última glaciación; pero, la actividad humana provocó que desde el siglo XIX, ese equilibrio se rompiera y la velocidad de desaparición de animales se incrementara en más de 1000%.
"Esa extinción masiva provocará que miles de especies de animales desaparezcan sin haber sido clasificados, es decir, sin haberse dado a conocer", opina Gerardo Ceballos, adscrito al Instituto de Ecología de la UNAM.
En el territorio nacional se han descubierto aproximadamente 500 nuevas variedades de mamíferos en los últimos 10 años, entre ardillas, murciélagos y roedores, principalmente, pero para el especialista, la tasa de desaparición es aún mayor que la capacidad de clasificar.
De acuerdo con el investigador universitario, actualmente 75% del país ha perdido especies y se estima que 40% de los grupos de animales en México está amenazado o en peligro de extinción.
Estudios realizados en el Instituto Nacional de Ecología sugieren que el impacto del cambio climático afectará aún más que la deforestación a algunas especies del altiplano mexicano, sobre todo las endémicas, como el perrito de la pradera o el ratón de campo, que se verán obligados a ir más al norte para sobrevivir.
Sin embargo, Ceballos estima que las zonas de litorales y humedales serán las más impactadas por la elevación del nivel de los océanos, por lo que en unos años, algunas especies como la tortugas laúd y el cocodrilo de río, de pantano y caimán, estarían casi condenadas a extinguirse ante la desaparición de su medio natural. Tan sólo en el área Golfo-Norte de México, (Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, Querétaro e Hidalgo) hay 235 especies animales y vegetales en peligro de extinción, reportan científicos de la Universidad Veracruzana, cifra que podría multiplicarse varias veces con el cambio climático.
Pablo Corcuera, adscrito al Laboratorio de Ecología Animal de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa (UAM-I), sostiene que el cambio climático ya comienza a tener impacto en algunos animales que migran, como se demuestra en los sitios de reproducción que están cambiando y se está orientando mayores latitudes.
Si se mira a los océanos, la situación no es nada alentadora: de todos los grandes peces que había a principios del siglo pasado en las aguas nacionales, sólo queda 2%.
En tanto, las colonias de corales -indica Corcuera- se han reducido en 16%, porque concentraciones del dióxido de carbono (CO 2 ), uno de los principales gases de efecto invernadero, ha disminuido (acidificado) el PH de los océanos.
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