Excelsior, dinero / 22 de junio 2007
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) estableció el mes de diciembre como fecha fatal para la clausura del relleno sanitario del Bordo Poniente, donde actualmente se deposita 98 por ciento de la basura generada en el Distrito Federal.
Según estudios técnicos y de operatividad, un mayor volumen de desechos en este centro de confinamiento afectaría la estabilidad estructural y el buen funcionamiento hidráulico del Valle de México.
José Ramón Ardavín, subdirector general de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de Conagua, destacó que de seguir en operación el Bordo Poniente, la capital del país y los municipios conurbados del Estado de México estarían expuestos a inundaciones de magnitudes catastróficas, debido a que se afectarían los cauces superficiales de cuerpos de agua como el Río de la Compañía, Río Churubusco y los drenes Xochiaca y General del Valle, que confluyen en el Gran Canal del
Desagüe.
"Una falla en los cauces provocaría severas inundaciones, con alturas que podrían alcanzar los cinco metros en el Centro Histórico, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Iztapalapa y en algunas zonas del territorio mexiquense", precisó.
Ardavín insistió en que el relleno sanitario debe cumplir con la etapa autorizada por la Comisión Nacional del Agua y ser clausurado a finales de año, para evitar un fenómeno conocido como "bufamiento", que consiste en un desplazamiento de terreno que modificaría la capacidad de conducción del drenaje.
El 26 de junio de 2003, Conagua pactó con el gobierno del Distrito Federal que el cierre definitivo del Bordo Poniente se decretaría al alcanzar una altura de 12 metros, lo que según cálculos del ritmo de generación de la basura, ocurrirá en diciembre.
En el acuerdo se indica que al concluir la vida útil de este confinamiento, el GDF continuará operando y controlando la generación de gases y lixiviados que producen los desechos.
Soluciones parciales
A pesar de que a finales del año 2000 se habló de la saturación del Bordo Poniente, el entonces jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, pugnó por prolongar la vida del relleno sanitario, porque no existía otro lugar para depositar las 12 mil toneladas de residuos sólidos que se producen a diario en el Distrito Federal.
Después de una serie de negociaciones entre las autoridades capitalinas, del Estado de México y federales, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dio el visto bueno para emprender una cuarta etapa en el confinamiento que consistía en colocar una especie de meseta, "un segundo piso de basura" hasta llegar al limite permitido (pasar de 8 a 12 metros de altura).
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