Autoridades vacunan a la población y desinfectan cisternas y casas; evalúan daños y pérdidas en la zona
Fernando Martínez
El Universal
Domingo 24 de junio de 2007
IXTAPALUCA, Méx.- Después de una larga jornada para retirar las aguas negras que inundaron sus viviendas, vecinos de la colonia Ampliación Emiliano Zapata decidieron pertrecharse levantando bardas de tabique para cubrir las partes bajas de las puertas y ventanas de sus domicilios, para evitar que el líquido entre de nuevo debido a las lluvias o por un posible desbordamiento del río Guadalupe Victoria.
Desde la noche del viernes y durante el sábado, más de 600 policías de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), 30 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), personal de bomberos, Protección Civil y del organismo de alcantarillado del ayuntamiento, desalojaron el agua que se estancó en 270 viviendas de esa comunidad.
Más de 200 cuadrillas de limpia y servicios urbanos, la policía y los propios vecinos, también retiraron el lodo que quedó en las calles, luego del rebombeo de las aguas negras.
Personal del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) estableció un cerco sanitario para evitar un brote epidemiológico.
Las brigadas médicas distribuyeron pastillas de albendazol para la desparasitación, y sueros vida oral para la deshidratación; además, vaciaron las cisternas afectadas para desinfectarlas. En tanto, la población fue vacunada contra enfermedades como el tétanos y la difteria.
A los damnificados que utilizaron los albergues se les proporcionaron agua potable y despensas, y por la noche se esperaba que los dotaran de colchonetas y cobijas.
Hasta la tarde de ayer, sólo 30 casas seguían inundadas debido a la lluvia que azotó la zona oriente del estado de México, que provocó el desbordamiento del canal de aguas negras Guadalupe Victoria.
Alejandro López García, director de Desarrollo Social en Ixtapaluca, reconoció que algunas viviendas continuaban inundadas, las cuales, dijo, quedarán limpias hoy.
En un recorrido casa por casa, personal de gobierno supervisó cuáles eran las necesidades de cada familia, ya sea por la pérdida de muebles y documentos personales, o carencia de agua potable.
La mayoría de los colonos que sufrieron los estragos de la tromba realizaron la limpieza de sus hogares, por lo que pocas familias utilizaron los tres albergues que instaló el gobierno municipal.
En el caso de María Luisa Anaya Vargas, habitante de la calle Vicente Guerrero, su familia decidió guarecerse con muros de medio metro de alto en las puertas y ventanas de su casa, donde viven al menos 25 personas -entre ellas seis hijos y siete nietos-, para no sufrir otra inundación en caso de que las lluvias continúen. Su esposo José Luis Alejandro hizo la mezcla de cemento y colocó los tabiques con rapidez "antes de que vuelva a llover".
La misma medida fue tomada por vecinos de la calle Plan de Ayala, luego de exigir que se entube el cauce de aguas negras.
La señora Graciela Esquivel no pudo dormir, pues tuvo que trabajar junto con los policías de la Agencia de Seguridad Estatal para desalojar el agua de su casa ubicada en el lote 9, manzana 1769, en la calle Gabriel Tepepan, donde el agua alcanzó hasta 50 centímetros de altura.
Lleva tres inundaciones
Señaló que tiene 23 años de vivir en esa colonia y es la tercera vez que sufre una inundación grave. Recordó que el pasado 19 de mayo, como ahora, perdió muebles y documentos importantes. "Para apoyarme, las autoridades me pedían mi credencial de elector, pero se me había perdido entre tanto relajo de agua", comentó mientras utilizaba el agua de su cisterna para limpiar el lodo de su vivienda.
El pasado 19 de mayo, otro fenómeno climatológico azotó la misma colonia. En aquella ocasión, los gobiernos estatal y municipal, y la Cruz Roja, otorgaron un paquete de ayuda que contenía un colchón, una estufa y un refrigerador con un costo aproximado de 20 mil pesos, a 450 familias; pero otra vez, muchas de ellas volvieron a perder todo.
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