La Jornada, estados / 29 de junio 2007
Angel Bolaños Sánchez
Desde el 24 de abril pasado, el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, informó al titular de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege, de la situación del drenaje profundo y la posibilidad de una inundación "de graves proporciones", así como de las acciones emergentes a realizar, "para que esta situación de riesgo sea aminorada y eliminada en el menor tiempo posible", según se lee en el oficio JG/0065/07 girado al funcionario federal en la fecha citada.
En respuesta, Luege pretendió que el mandatario capitalino emitiera una "declaratoria de desastre" para enfrentar el mal funcionamiento del sistema de drenaje profundo, mediante un oficio el 30 de abril.
Lo anterior, aun cuando en una comunicación previa, del día 27, había accedido a promover las acciones sugeridas por el mandatario capitalino.
Pero lo que ha causado malestar en la administración central, señalaron funcionarios consultados, no es tanto la intención de que se decretara una situación de desastre, cuando es esto mismo lo que el gobierno de la ciudad quiere evitar, sino el uso doloso que se ha dado a esta misma información, al acusar de indolencia a las autoridades de la ciudad sobre este problema y de falta de colaboración con la administración federal para solucionarlo.
En su carta de hace más de dos meses, Ebrard dice a Luege que de la revisión efectuada al emisor central por el Consejo Asesor del Drenaje Profundo del Distrito Federal, se concluyó que mostró un "inadecuado funcionamiento" que "conlleva el riesgo de un colapso motivado por las condiciones de carga hidráulica distintas de aquellas para las que fue diseñado", y advierte de "una inundación de varias semanas y grandes proporciones que podría abarcar, tanto al centro de la ciudad de México como parte de los municipios de Naucalpan y Ecatepec, estado de México, donde entre otras graves afectaciones se podría interrumpir el funcionamiento del sistema de Transporte Colectivo y del Aeropuerto Internacional Benito Juárez".
Solicita realizar "a la mayor brevedad posible las obras que permitirán restituir la capacidad del desalojo del gran canal, lo que implicaría la construcción de la planta de bombeo del kilómetro 11+600 y sus obras inducidas, y la planta de bombeo Casa Colorada, que fueron autorizadas en la pasada reunión del comité técnico del Fideicomiso 1928, así como el reforzamiento y restitución de la capacidad hidráulica del emisor" y sugiere medidas como la contratación directa para iniciar de inmediato las obras, aprobando la disponibilidad de recursos del citado fideicomiso bajo condiciones de emergencia.
Luege respondió el 27 de abril informando que el subcomité técnico del fideicomiso acordó en sesión extraordinaria presentar al comité técnico la propuesta, justificada por los mismos argumentos expuestos por Ebrard.
Seis días después, el 2 de mayo, se recibió en el GDF otro oficio de fecha 30 de abril, en alcance al oficio anterior, en el que señala que "estamos a la espera de la decisión que se sirva tomar en su calidad de jefe de Gobierno del Distrito Federal, a efecto de iniciar las acciones conducentes, al procedimiento de declaratoria de desastre", para "enfrentar el inadecuado funcionamiento en el drenaje profundo de la ciudad".
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