viernes, 22 de junio de 2007

No existe una norma específica que regule “el color” del agua

La Jornada de Oriente
2007-06-20 9:43 am

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) reconoció que debido a la inexistencia de una norma específica que regule “el color”, no se está evitando que empresas textileras arrojen los desechos de colorantes a ríos. Hasta ahora, solamente se está castigando a las fábricas que contaminan con desechos industriales y orgánicos.

Al mismo tiempo, autoridades del ramo reconocieron que la llegada a los ríos de aguas teñidas con colores que usan las textileras demuestra que no se están usando adecuadamente las plantas tratadoras de aguas residuales; lo anterior debido a que mediante estos procesos se evita o diminuye considerablemente las tinturas en el agua antes de que sea vertida en las corrientes de agua.

Ante esta situación, investigadores del Instituto de Ciencias de la Universidad Autónoma de Puebla (ICUAP) y de la universidad Politécnica de Puebla (UPP) están desarrollando un mecanismo que permite eliminar compuestos fenólicos y colorantes textiles utilizando a la peroxidasa de chayote en aguas contaminadas.

En entrevista, Manuel Beristáin Gómez, delegado de la Conagua, explicó que la dependencia que representa ya ha clausurado temporalmente y/o sancionado a 10 empresas textileras que están haciendo sus descargas de agua en el Atoyac y el Alseseca. En lo que va del año, las sanciones que se les han aplicado a estas empresas ascienden a más de 2 millones de pesos. Sin embargo, de acuerdo con la norma 001 sólo se están aplicando las sanciones por contaminar con cuerpos sólidos suspendidos, la demanda bioquímica de oxigeno y desechos fecales, entre otras.

Ante esto, consideró necesario que haya una disposición al respecto por parte de autoridades locales, estatales y federales, quienes podrían regular el color a través de la norma 002 o poner condiciones particulares de descarga de agua con colorantes y establecer parámetros.

Autoridades del ramo confirmaron esta información, afirmaron que no hay una norma que regule la contaminación de agua por colorantes, incluso dijeron que tampoco existe una para olores, por lo que es necesario legislar al respecto. Explicaron que por el momento lo único que se puede hacer en estos aspectos es emitir recomendaciones o sancionarlos cuando infringen otros aspectos.

El chayote, una alternativa

El catedrático e investigador de la UAP y de la UPP, Alejandro Isaías Augusto Alonso, trabaja con estudiantes y con la doctora María Lioba Osneda Villegas Rosas en el desarrollo de un mecanismo barato que permita separar los colorantes del agua que se utiliza en las textileras.

Consiste en aislar una encima del chayote denominada peroxidasa, que tiene la capacidad de eliminar diversos contaminantes en el agua y los colorantes de industrias textiles.

Contrario a lo que declararon autoridades ambientales, el investigador dijo que sí existe una norma que regula el color porque los pigmentos que se utilizan en la industria generan productos peligrosos en los ecosistemas. Recordó que debido al costo, muchas empresas no dan un tratamiento al agua que utilizan durante el teñido de telas, sobre todo de mezclilla.

A pesar de que las pruebas se han hecho sólo en laboratorios, ya tuvieron oportunidad de trabajar con el agua que sale de las lavadoras que se utilizan en las textileras, como resultado, se ha podido eliminar hasta en un 90 por ciento la presencia de los colorantes en el agua.

Cuando se agrega la peroxida al agua con colorante se forman grumos que concentran el color, éstos se filtran, y como resultado el líquido queda casi transparente. Reveló que aún no se determina qué usos se le puede dar al agua una vez que haya pasado por este proceso, se considera la posibilidad de utilizarlo para el baño, para regar jardines, incluso como agua de enfriamiento en procesos industriales o reciclarla en el teñido de telas.

Tampoco se ha determinado qué hacer con el colorante que se extrae y si puede reutilizarse. Si a los empresarios les interesa este proceso, podrían ahorrase mucho dinero en el uso de agua y desde luego, se evitaría más contaminación de las corrientes del líquido.

Alonso Calderón informó que en países de Europa ya se lleva a cabo es te proceso, pero con peroxidasa de rábano blanco, por lo que resulta muy caro. Por ello se buscó sustituir por un producto más barato y que fuera de reproducción local, como el chayote.

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