En las calles es común ver charcos pestilentes que se forman de las aguas que arroja la gente a través de pequeños tubos de plástico
Jesús Guerrero, Reforma
Tixtla, Guerrero, México (14 junio 2007).- Debido a que carecen de una planta tratadora de aguas residuales y a que la red de drenaje no funciona, pobladores de esta ciudad arrojan sus desechos líquidos a las calles.
La mala planeación, tanto de la planta que se ubica a las afueras de la ciudad, como del drenaje, ocasionó que los ductos tronaran, debido a que se calculó mal la cantidad de descargas que recibirían.
En las calles de Tixtla es muy común ver charcos pestilentes que se forman de las aguas que arroja la gente a través de pequeños tubos de plástico que sobresalen de sus sus casas.
Nestor Cortece, investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), recuerda que la planta tratadora fue inaugurada en 1991, durante el gobierno del alcalde Hugo Césareo Astudillo Bello, pero sólo funcionó tres días.
Y es que según el académico y miembro del Consejo Técnico de la Cuenca del Río Huacapa--Río Azul, los colectores de la planta tronaron, porque el caudal de aguas negras rebasó su capacidad.
El ex Alcalde perredista de Tixtla, Jorge Vargas, afirmó que la falta de una planta tratadora ha acarreado muchos problemas de contaminación en Tixtla, pero que la situación ha sido controlada hasta ahora.
"Esa obra se construyó cuando Hugo Césareo Astudillo era Presidente Municipal, y efectivamente nunca ha funcionado", añadió el ex Edil.
El titular de la Procuraduría de Protección Ecológica de Guerrero (Propeg), Tulio Estrada, aseveró que lo más grave del asunto es que muchas de las aguas negras que desecha la población van a parar a la laguna o bien a los sembradíos de legumbres.
Aseveró que las autoridades estatales y municipales de aquella época debieron haber construido una red de drenaje que resistiera el caudal y una planta de tratamiento de aguas residuales adecuada.
El funcionario señaló que la Propeg, ya envío una recomendación a las autoridades del ayuntamiento de Tixtla a afecto de que construyan una red de drenaje y rehabiliten la planta tratadora de aguas negras.
Aseguró que las aguas que corren a cielo abierto en las calles de esta ciudad ocasionan no solamente problemas ambientales, sino de salud.
Advirtió que de seguir está situación, la dependencia a su cargo procederá a realizar las sanciones correspondientes, y a fincar responsabilidades con los funcionarios municipales.
"Son 35 mil habitantes de Tixtla que viven en estas condiciones de alto riesgo para su salud y es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto, porque de lo contrario nosotros vamos a aplicar sanciones", aseveró el procurador ecológico.
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