miércoles, 6 de junio de 2007

Van al rescate del río Magdalena

Este cauce, por su pureza, ofrece a los capitalinos una fuente de abasto de agua; sin embargo, el caudal se desaprovecha al dejar que se mezcle con los líquidos residuales urbanos, para luego enviarlo al drenaje profundo

ANGÉLICA SIMÓN
El Universal
Martes 05 de junio de 2007
Aprovechar el agua pura que nace en la zona alta del Río Magdalena, limpiar la zona media y baja del caudal, construir un drenaje marginal para evitar que se contamine nuevamente y recuperar la cuenca con proyectos de desarrollo sustentable son algunos de los ejes del programa integral de rescate de esta cuenca, la única viva de la ciudad.

Se trata del tercer intento realizado por las autoridades del gobierno del Distrito Federal (GDF) en las últimas dos décadas por revertir el deterioro de este cuerpo de agua por el que corre por lo menos un metro cúbico del vital liquido por segundo la cual se desperdicia al terminar mezclada con el drenaje profundo.

En el marco del día mundial del Medio Ambiente que se celebra hoy,5 de junio, la Secretaría de Medio Ambiente del gobierno capitalino pondrá en marcha los trabajos del plan de recuperación que, por primera vez, convoca a especialistas de diversas instituciones académicas como las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM) e Iberoamericana (UIA); el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y el Instituto Tecnológico de estudios Superiores de Monterrey (ITESM), además de las autoridades y la sociedad civil.

Cassio Luiselli Fernández, coordinador de Sustentabilidad Ambiental de Metrópoli 2025 y responsable técnico del equipo de trabajo, reconoció que se trata de un proyecto cuyos resultados no estarán a la vista en corto plazo.

Es un plan de trabajo ambicioso, pero, afirma, mucho más aterrizado que los anteriores. A diferencia de otros intentos en que se había planteado desentubar la parte del río que se encuentra en la zona urbana, ahora reconoce que es imposible recuperar esa área de la cuenca.

Ahora, el objetivo es aprovechar el recurso hídrico en la zona donde es pura, a través de la distribución directa a los habitantes del perímetro e incluso para embotellarla como parte de programas productivos en beneficio de los comuneros.

Otra diferencia, acota, es que no sólo se plantean labores en el cuerpo de agua, sino en toda la cuenca: desarrollos paisajísticos, andadores, agricultura sustentable, control de la mancha urbana y preservación de los recursos y los servicios ambientales que ofrece.

En cuanto al cauce, señala Luiselli, se contempla la construcción de un drenaje o colectores marginales que dirijan las aguas negras provenientes de los asentamientos irregulares antes de llegar al afluente; aplicar ecotecnias para contener la basura y favorecer la infiltración.

En el proceso de limpieza se trabajará de manera paralela en el río Eslava; éste se halla totalmente contaminado y cuya agua se mezcla con el Magdalena en la zona urbana.

En la parte baja del río, donde el agua está más sucia entrará en funcionamiento una planta de tratamiento para obtener un mayor volumen de aguas tratadas.

Luiselli Fernández explicó que es un error creer que el agua que ahí se aproveche llegará a Iztapalapa "se quedará en Magdalena Contreras o Álvaro Obregón, pero esto permitirá que esa agua que ya no se tendrá que distribuir ahí, podrá ser canalizada a otras demarcaciones".

La zona de la presa Ansaldo también será sometida a readecuaciones ambientales para hacerla un espacio público y recreativo sin perder su función reguladora.

Finalmente, expresó el funcionario capitalino, tendrá que ser un trabajo persistente y constante a lo largo de muchos años para cuyo inicio se cuenta con un presupuesto inicial de 40 millones de pesos provenientes del Fondo Metropolitano.

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