Milenio.com, agosto 13, 2007
Alrededor de doce mil hectáreas de soya se encuentran sembradas dentro del distrito de riego, mismas que están a punto de perderse.
Altamira,Tam.- Alrededor de treinta millones de pesos serán las pérdidas económicas que presente el campo en la zona conurbada durante el próximo ciclo por la intensa sequía, afectando a cientos de pequeños productores.
La falta de precipitaciones ha originado una seria dificultad para los productores del sector social; el campo seco, presas de agua, sin el liquido, cultivos, como el fríjol soya y el maíz a punto de perderse y ganado a perdido peso y se suma la rabia paralítica bovina.
Para la Confederación Nacional Campesina de Altamira, es urgente aterrizar recursos por el gobierno federal a través del Fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN) y es que es grave la situación.
“No ha llovido nada, el campo se aprecia desierto, sin agua, los cultivos están a punto de finalizar su ciclo, sin producción, de no presentarse lluvias en las próximas semanas”, advirtió Enrique Báez Nieto, presidente de la citada organización en Altamira.
Sin duda, reconoce que dichos apoyos llegan, cuando los temporales, arrasó con las siembras ya sea por sequía, helada o exceso de humedad, pero, añade que debe ser antes para salvar los cultivos.
El distrito tiene plantadas alrededor de doce mil hectáreas de fríjol soya, dada la importancia que representa para el estado la producción, sin contar otra serie de cultivos de temporada, mismos que podrían perjudicarse de no existir algún tipo de precipitación.
Y es que a los ejidatarios altamirenses no les interesa que el río Tamesí o laguna de Champayán se encuentren por arriba de su nivel, a consecuencia de la venida de agua presentada en cuerpos de agua arriba, toda vez que carecen de un sistema de riego para atraer el fluido.
“La tecnología que utilizan los grandes productores por el sistema de riego representa un costo elevado y nosotros no contamos con el capital suficiente para emprender una obra de tal magnitud, ni juntándonos varios”.
Báez, hace referencia que la inversión que destina cada uno de los productores en el distrito, oscila los dos mil quinientos por hectárea y si hablan de doce mil quinientas hectáreas cultivadas, es arriba de treinta millones de pesos.
Las autoridades federales hablan que la sequía es recurrente y por lo tanto es necesario que los ejidatarios apliquen medidas, sin embargo desconocen verdaderamente el panorama que vive el campo con la sequía.
“Cada año el problema varía de manera considerable, es algo que no observan y más si no contamos con los apoyos oportunamente no podemos crecer”.
Víctor Torres/milenio.com
Alrededor de doce mil hectáreas de soya se encuentran sembradas dentro del distrito de riego, mismas que están a punto de perderse.
Altamira,Tam.- Alrededor de treinta millones de pesos serán las pérdidas económicas que presente el campo en la zona conurbada durante el próximo ciclo por la intensa sequía, afectando a cientos de pequeños productores.
La falta de precipitaciones ha originado una seria dificultad para los productores del sector social; el campo seco, presas de agua, sin el liquido, cultivos, como el fríjol soya y el maíz a punto de perderse y ganado a perdido peso y se suma la rabia paralítica bovina.
Para la Confederación Nacional Campesina de Altamira, es urgente aterrizar recursos por el gobierno federal a través del Fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN) y es que es grave la situación.
“No ha llovido nada, el campo se aprecia desierto, sin agua, los cultivos están a punto de finalizar su ciclo, sin producción, de no presentarse lluvias en las próximas semanas”, advirtió Enrique Báez Nieto, presidente de la citada organización en Altamira.
Sin duda, reconoce que dichos apoyos llegan, cuando los temporales, arrasó con las siembras ya sea por sequía, helada o exceso de humedad, pero, añade que debe ser antes para salvar los cultivos.
El distrito tiene plantadas alrededor de doce mil hectáreas de fríjol soya, dada la importancia que representa para el estado la producción, sin contar otra serie de cultivos de temporada, mismos que podrían perjudicarse de no existir algún tipo de precipitación.
Y es que a los ejidatarios altamirenses no les interesa que el río Tamesí o laguna de Champayán se encuentren por arriba de su nivel, a consecuencia de la venida de agua presentada en cuerpos de agua arriba, toda vez que carecen de un sistema de riego para atraer el fluido.
“La tecnología que utilizan los grandes productores por el sistema de riego representa un costo elevado y nosotros no contamos con el capital suficiente para emprender una obra de tal magnitud, ni juntándonos varios”.
Báez, hace referencia que la inversión que destina cada uno de los productores en el distrito, oscila los dos mil quinientos por hectárea y si hablan de doce mil quinientas hectáreas cultivadas, es arriba de treinta millones de pesos.
Las autoridades federales hablan que la sequía es recurrente y por lo tanto es necesario que los ejidatarios apliquen medidas, sin embargo desconocen verdaderamente el panorama que vive el campo con la sequía.
“Cada año el problema varía de manera considerable, es algo que no observan y más si no contamos con los apoyos oportunamente no podemos crecer”.
Víctor Torres/milenio.com
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