La Jornada, la capital / 28 de agosto 2007
Raúl Llanos y Bertha Teresa Ramírez
El director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre Díaz, aseguró que las obras de infraestructura hidráulica que requiere esta ciudad se han visto frenadas en el Fideicomiso 1928, donde si bien participan los gobiernos capitalino y del estado de México, la mayor representación y toma de decisiones ahí la tienen autoridades federales.
Entrevistado vía telefónica, expresó que la excesiva tramitología en dicho fideicomiso ha provocado que algunos proyectos hidráulicos se retrasen tres, cuatro y hasta seis meses, y esto se debe –dijo– a que en el comité técnico de ese organismo hay personas que no son técnicos en la materia o bien no conocen a fondo la Ley de Obras Públicas, “y para poder autorizar los recursos necesitan demasiado tiempo y demasiadas explicaciones”.
Mencionó dos proyectos del gobierno capitalino que están a la espera de recursos del Fideicomiso 1928, las plantas de bombeo del Vaso de Cristo, y la de San José, en Tláhuac, las cuales ayudarían a restituir la capacidad de desague del sistema de drenaje de la ciudad de México.
Aguirre Díaz añadió que ese fideicomiso fue creado para incrementar la infraestructura hidráulica en beneficio de los habitantes del valle de México, por lo que han pedido a las autoridades federales cambiar las reglas de operación de esa instancia.
Por otra parte, el secretario de Obras y Servicios, Jorge Arganis Díaz Leal, aseveró que “el director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, miente por desconocimiento y ahora no porque se le hayan olvidado las cosas”, al afirmar que si no es por la intervención de la dependencia federal que dirige la ciudad se hubiera inundado a causa de las lluvias provocadas por el huracán Dean.
Aclaró que el Gobierno del Distrito Federal, conjuntamente con el gobierno del estado de México, así como con la Conagua, tiene suscrito un protocolo de operación, “que es casi como un protocolo militar”, mismo que establece muy claramente qué es lo que tiene que hacer cada quien en el caso “de que las lluvias en tal lado suban o bajen”.
En ese sentido, Arganis explicó que con base en dicho protocolo el manejo de las compuertas del Gran Canal es responsabilidad de la Conagua, y debieron de haberse cerrado para evitar que el río de Los Remedios, que ellos operan con el estado de México, se desbordara”.
Entrevistado durante un recorrido para supervisar las obras en el Eje Troncal Metropolitano, Arganis agregó que las lluvias que trajo el huracán Dean “fueron manejadas perfectamente tanto en el emisor poniente como en el río Churubuco, agua que, en todo caso, es la que podía haber llegado al Centro Histórico”.
El funcionario expresó que “es ahí donde mienten”, ya que nunca hubo peligro de inundación en el DF, “en cambio, por esa mala operación inundaron Nezahualcoyotl y Ecatepec”. indicó.
Por otro lado, la Secretaría de Obras informó que quedaron reparadas las fisuras en el Gran Canal que se formaron el pasado 22 de agosto por la intensa lluvia.
Raúl Llanos y Bertha Teresa Ramírez
El director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre Díaz, aseguró que las obras de infraestructura hidráulica que requiere esta ciudad se han visto frenadas en el Fideicomiso 1928, donde si bien participan los gobiernos capitalino y del estado de México, la mayor representación y toma de decisiones ahí la tienen autoridades federales.
Entrevistado vía telefónica, expresó que la excesiva tramitología en dicho fideicomiso ha provocado que algunos proyectos hidráulicos se retrasen tres, cuatro y hasta seis meses, y esto se debe –dijo– a que en el comité técnico de ese organismo hay personas que no son técnicos en la materia o bien no conocen a fondo la Ley de Obras Públicas, “y para poder autorizar los recursos necesitan demasiado tiempo y demasiadas explicaciones”.
Mencionó dos proyectos del gobierno capitalino que están a la espera de recursos del Fideicomiso 1928, las plantas de bombeo del Vaso de Cristo, y la de San José, en Tláhuac, las cuales ayudarían a restituir la capacidad de desague del sistema de drenaje de la ciudad de México.
Aguirre Díaz añadió que ese fideicomiso fue creado para incrementar la infraestructura hidráulica en beneficio de los habitantes del valle de México, por lo que han pedido a las autoridades federales cambiar las reglas de operación de esa instancia.
Por otra parte, el secretario de Obras y Servicios, Jorge Arganis Díaz Leal, aseveró que “el director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, miente por desconocimiento y ahora no porque se le hayan olvidado las cosas”, al afirmar que si no es por la intervención de la dependencia federal que dirige la ciudad se hubiera inundado a causa de las lluvias provocadas por el huracán Dean.
Aclaró que el Gobierno del Distrito Federal, conjuntamente con el gobierno del estado de México, así como con la Conagua, tiene suscrito un protocolo de operación, “que es casi como un protocolo militar”, mismo que establece muy claramente qué es lo que tiene que hacer cada quien en el caso “de que las lluvias en tal lado suban o bajen”.
En ese sentido, Arganis explicó que con base en dicho protocolo el manejo de las compuertas del Gran Canal es responsabilidad de la Conagua, y debieron de haberse cerrado para evitar que el río de Los Remedios, que ellos operan con el estado de México, se desbordara”.
Entrevistado durante un recorrido para supervisar las obras en el Eje Troncal Metropolitano, Arganis agregó que las lluvias que trajo el huracán Dean “fueron manejadas perfectamente tanto en el emisor poniente como en el río Churubuco, agua que, en todo caso, es la que podía haber llegado al Centro Histórico”.
El funcionario expresó que “es ahí donde mienten”, ya que nunca hubo peligro de inundación en el DF, “en cambio, por esa mala operación inundaron Nezahualcoyotl y Ecatepec”. indicó.
Por otro lado, la Secretaría de Obras informó que quedaron reparadas las fisuras en el Gran Canal que se formaron el pasado 22 de agosto por la intensa lluvia.
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