Milenio.com, 24 de agosto, 2007.
“Por el momento no se ve claro la situación o las posibles soluciones, ya que no se puede dejar de usar el agua de los pozos, pero por otra parte, si se sigue extrayendo el líquido se acelerará el hundimiento de la metrópoli”.
México.– Todo lo que se haga en torno al hundimiento de la ciudad de México son meros paliativos, si no se encuentra un equilibrio entre extracción y recarga de mantos acuíferos, afirmó Efraín Ovando, experto del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
En una conferencia de prensa, en la que diputados locales dieron a conocer la creación del Consejo Consultivo de Contingencias y Desastres Naturales, por parte de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la UNAM, el investigador aseveró que no existe una solución integral pues es un problema complejo.
“Por el momento no se ve claro la situación o las posibles soluciones, ya que no se puede dejar de usar el agua de los pozos, pero por otra parte, si se sigue extrayendo el líquido se acelerará el hundimiento de la metrópoli”, destacó.
El experto en mecánica de suelos comento que el problema de hundimientos en la ciudad de México es diferenciado.
“En algunos lugares de la cuenca lacustre como Xochimilco, Chalco y la zona norte del aeropuerto de la ciudad de México, el hundimiento es rápido a razón de 30 a 40 centímetros por año”, mientras que hay sitios como el Centro Histórico donde la velocidad varía entre 7, 10 y 12 centímetros.
Lo anterior provoca daños evidentes en la infraestructura urbana, lo que representa un gran riesgo al patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad, dijo.
En el caso particular de Iztapalapa, agregó, una de las consecuencias de la extracción de agua principalmente es el agrietamiento en la periferia.
Sobre el relleno de estas grietas, el especialista indicó que no se puede hacer mucho más, aunque la otra alternativa es tratar de generar acciones para redistribuir las fuerzas internas de la masa arcillosa con el fin de evitar la aparición de agrietamientos.
Empero, insistió en que esas son medidas que están sujetas a estudio y a investigación, “por el momento un buen paliativo es rellenar las grietas, ya que no se puede prescindir del vital líquido, acumulándose deformaciones”.
Respecto al Consejo Consultivo, el investigador de la UNAM resaltó la necesidad de que los legisladores cuenten con estudios científicos sobre el problema de los riesgos de la ciudad de México y puedan promover acciones para solucionarlos y prevenirlos.
En la conferencia de prensa los diputados Humberto Morgan, Daniel Salazar y Agustín Castilla coincidieron en que tener el apoyo de los científicos universitarios es prioritario para integrar políticas de Protección Civil adecuadas.
El legislador agregó que la importancia de este consejo radica en que la ALDF contará con datos científicos y técnicos específicos que les permitan promover iniciativas y acuerdos basados en el conocimiento.
Por otra parte, lamentó que el Atlas de Riesgos de la ciudad de México no se haya concluido por parte de la Secretaría de Protección Civil, la cual reporta un avance del 60 por ciento, a lo que se suma el hecho de que en 10 años no se ha hecho prácticamente nada en esta materia.
Notimex
“Por el momento no se ve claro la situación o las posibles soluciones, ya que no se puede dejar de usar el agua de los pozos, pero por otra parte, si se sigue extrayendo el líquido se acelerará el hundimiento de la metrópoli”.
México.– Todo lo que se haga en torno al hundimiento de la ciudad de México son meros paliativos, si no se encuentra un equilibrio entre extracción y recarga de mantos acuíferos, afirmó Efraín Ovando, experto del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
En una conferencia de prensa, en la que diputados locales dieron a conocer la creación del Consejo Consultivo de Contingencias y Desastres Naturales, por parte de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y la UNAM, el investigador aseveró que no existe una solución integral pues es un problema complejo.
“Por el momento no se ve claro la situación o las posibles soluciones, ya que no se puede dejar de usar el agua de los pozos, pero por otra parte, si se sigue extrayendo el líquido se acelerará el hundimiento de la metrópoli”, destacó.
El experto en mecánica de suelos comento que el problema de hundimientos en la ciudad de México es diferenciado.
“En algunos lugares de la cuenca lacustre como Xochimilco, Chalco y la zona norte del aeropuerto de la ciudad de México, el hundimiento es rápido a razón de 30 a 40 centímetros por año”, mientras que hay sitios como el Centro Histórico donde la velocidad varía entre 7, 10 y 12 centímetros.
Lo anterior provoca daños evidentes en la infraestructura urbana, lo que representa un gran riesgo al patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad, dijo.
En el caso particular de Iztapalapa, agregó, una de las consecuencias de la extracción de agua principalmente es el agrietamiento en la periferia.
Sobre el relleno de estas grietas, el especialista indicó que no se puede hacer mucho más, aunque la otra alternativa es tratar de generar acciones para redistribuir las fuerzas internas de la masa arcillosa con el fin de evitar la aparición de agrietamientos.
Empero, insistió en que esas son medidas que están sujetas a estudio y a investigación, “por el momento un buen paliativo es rellenar las grietas, ya que no se puede prescindir del vital líquido, acumulándose deformaciones”.
Respecto al Consejo Consultivo, el investigador de la UNAM resaltó la necesidad de que los legisladores cuenten con estudios científicos sobre el problema de los riesgos de la ciudad de México y puedan promover acciones para solucionarlos y prevenirlos.
En la conferencia de prensa los diputados Humberto Morgan, Daniel Salazar y Agustín Castilla coincidieron en que tener el apoyo de los científicos universitarios es prioritario para integrar políticas de Protección Civil adecuadas.
El legislador agregó que la importancia de este consejo radica en que la ALDF contará con datos científicos y técnicos específicos que les permitan promover iniciativas y acuerdos basados en el conocimiento.
Por otra parte, lamentó que el Atlas de Riesgos de la ciudad de México no se haya concluido por parte de la Secretaría de Protección Civil, la cual reporta un avance del 60 por ciento, a lo que se suma el hecho de que en 10 años no se ha hecho prácticamente nada en esta materia.
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