martes, 21 de agosto de 2007

05:15 |Pese a Dean, el rí­o permanece obstruido

Milenio,com, 21 de agosto, 2007

Instalaciones que utilizan los vendedores del puente del Papa y maquinaria, entre otros objetos, permanecen en el cauce del Santa Catarina.

Monterrey.- A pesar de la alerta que el huracán Dean ha causado en varios estados que están dentro de su trayectoria, en el afluente más importante de la zona metropolitana, el rí­o Santa Catarina, todo sigue igual y sin que las personas que allí­ se encuentran estén informadas sobre el meteoro.

Mientras que en sitios al norte de Nuevo León, como Texas, el gobierno ya declaró "œestado de emergencia" para evitar poner en riesgo a la población en caso de fuertes inundaciones, en el rí­o Santa Catarina continúan varias obras de infraestructura como la del Parque Lineal, hay una gran cantidad de maquinaria y además, hasta ahora no se ha planteado retirar en forma preventiva los puestos del Mercado San Luisito.

En un recorrido efectuado por MILENIO Diario de Monterrey, se constató que las personas que trabajan o acuden al rí­o no han sido informadas acerca de los riesgos de estar dentro del cauce en caso de una fuerte lluvia.

"Dicen que va a venir peor que el Gilberto. En una de ésas, hasta el agua se carga con todo”, expresó en tono tranquilo un policí­a del municipio de Monterrey que se encarga de resguardar el estacionamiento para los empleados de la administración regiomontana, ubicado bajo el puente Zaragoza, "pero a nosotros no nos han dicho nada”.

Trabajadores municipales expresaron que sí­ les causa cierta preocupación el hecho de que el huracán -que ya causó siete muertes a su paso- afecte también a Monterrey. Sin embargo, no han pensado en otra opción para estacionar su automóvil. "Pues no creo que venga tan fuerte, yo aquí­ le voy a seguir, no le veo problema", dijo una burócrata.

Y el riesgo de que las fuertes precipitaciones puedan sobrepasar el canal de estiaje del cauce tampoco parece inquietar a las empresas constructoras del Parque Lineal del rí­o Santa Catarina, que continúan las obras mediante el relleno de la vitapista, que fue severamente daí±ada con las lluvias de la semana pasada.

Además, los puestos del Mercado San Luisito permanecerán en el lugar ante la dificultad de retirar las varillas y láminas que conforman cada local.

"Nuestro lí­der nos lo dejó a nuestro criterio y pues sí­ está medio pesado desarmar todo y luego para nada. Nosotros aquí­ nos vamos a quedar", expresó Hilario Méndez, un vendedor de comidas del mercado, "al cabo que aquí­ está alto, hasta acá no llega el agua".

De acuerdo con los últimos reportes sobre el huracán, éste pisarí­a tierra ayer por la noche en el estado de Yucatán luego de haber causado fuertes daí±os e inundaciones en Jamaica.

El saldo que dejó el meteoro en ese paí­s incluyó la devastación en edificios y carreteras cortadas por árboles caí­dos, además de cortes en la energí­a eléctrica. Y a lo largo de su recorrido, ha provocado siete muertos -tres en Haití­, dos en Dominica, uno en Santa Lucí­a y otro en República Dominicana- así­ como cientos de miles de personas evacuadas.

Hasta ayer por la tarde, se informó que el fenómeno meteorológico Dean alcanzó la categorí­a 5 en los grados de huracanes, una intensidad similar a la que tuvieron Katrina y Wilma.

En otros lugares, como en Cuba, las autoridades activaron en forma intensa la limpieza de cauces, zanjas y alcantarillas.

Comerciantes empiezan a irse

Apresurados, transportando su mercancí­a en diablitos, camiones de redilas y camionetas, vendedores del mercado San Luisito empezaron a retirar su mercancí­a ante el riesgo de fuertes lluvias que provocará el huracán Dean.

Desde ayer a mediodí­a, los comerciantes del puente del Papa empezaron a colocar sus productos -ropa, comida y tenis americanos, en su mayorí­a- para evitar que sean daí±ados en las próximas horas.

"Yo mejor sí­ me voy porque luego no vaya a ser que venga peor la cosa y para qué llorar", dijo Mayra Ledezma, una vendedora de maquillaje y artí­culos para el cabello, "ya de una vez es mejor empacar todo".

Pese a las alertas que ha emitido Protección Civil en los medios de comunicación, ninguno de los comerciantes entrevistados tomó en cuenta estos avisos.

Lo que los impulsó realmente fueron las advertencias directas que les dieron sus propios lí­deres, quienes les explicaron el alto riesgo que enfrentan por tener sus locales dentro del cauce.

"Nosotros tenemos un seí±or lí­der que sí­ se preocupa por nosotros y él fue el que nos dijo que vení­a bien feo el huracán, que vení­a bien fuerte y que mejor nos fuéramos", dice en tono preocupado Marí­a del Carmen Tirado, quien es vendedora de ropa de segunda mano.

Según explicaron tanto ella como otros comerciantes, a ellos no les ha llegado ningún aviso directo por parte de Protección Civil ni de Monterrey ni del estado ni de las autoridades federales.

"No, no. Nuestro lí­der es el que nos dijo todo y nos dijo que si nos quedábamos, era bajo nuestro propio riesgo, que si querí­amos quedarnos, que nos quedáramos, pero que luego nadie se iba a hacer responsable. Yo por eso cargo con todo, porque es lo único que tengo, de esto vivo", aí±adió la vendedora de ropa.

Sin embargo, las estructuras del mercado continuarán tal como se encuentran ahora, pese al riesgo de que sean arrastradas por alguna eventual corriente.

Adriana Esthela Flores



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