Milenio, campus / 6 de septiembre 2007
Orlando Chacón López*
El abasto de agua empieza a ser insuficiente e irreversible en el territorio nacional, debido al crecimiento demográfico y al deterioro ambiental, el cual ha provocado la pérdida de fuentes de agua y la sobreexplotación o agotamiento de otras, de las cuales dependen numerosas poblaciones. Esto provoca la escasez del líquido.
Uno de los lugares críticos se encuentra en la cuenca del río Lerma, cuyos mantos freáticos abastecen a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) con 14 por ciento de su demanda. Además, sus aguas superficiales altamente contaminadas que se generan en la parte alta de la cuenca, se las disputan a lo largo de su cauce el Distrito Federal, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Jalisco y Michoacán.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadís- tica, Geografía e Informática (INEGI), de los 127 acuíferos de la región Lerma-Santiago-Pacífico, 29 están altamente sobreexplotados.
Hay registros de organismos internacionales que señalan que en menos de 20 años la población del país —en los primeros seis meses de 2007 se ubicó en más de 105 millones 790 mil habitantes, según datos del INEGI— requerirá 85 millones de metros cúbicos de agua potable.
Actualmente, 65 por ciento de la población nacional se abastece de tradicionales fuentes de agua con un caudal de 65 millones de metros cúbicos anuales.
El abastecimiento del líquido genera situaciones críticas por los volúmenes cada vez más reducidos de agua que llegan a las poblaciones. Esta situación también se observa en el ámbito mundial.
Hay datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en los cuales se cita que del total de agua dulce que se consume en el país, 83 por ciento se utiliza en la agricultura, 12 por ciento en la industria y 5 por ciento en la población urbana.
El manejo inadecuado del agua en los distritos de riego del país provoca la pérdida de 50 por ciento del líquido destinado a la agricultura, lo cual representa 50 millones de metros cúbicos, mientras que en las zonas urbanas, sobre todo en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, se pierde 40 por ciento por desperfectos en la red de
distribución.
* Profesor e investigador de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México
Orlando Chacón López*
El abasto de agua empieza a ser insuficiente e irreversible en el territorio nacional, debido al crecimiento demográfico y al deterioro ambiental, el cual ha provocado la pérdida de fuentes de agua y la sobreexplotación o agotamiento de otras, de las cuales dependen numerosas poblaciones. Esto provoca la escasez del líquido.
Uno de los lugares críticos se encuentra en la cuenca del río Lerma, cuyos mantos freáticos abastecen a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) con 14 por ciento de su demanda. Además, sus aguas superficiales altamente contaminadas que se generan en la parte alta de la cuenca, se las disputan a lo largo de su cauce el Distrito Federal, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Jalisco y Michoacán.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadís- tica, Geografía e Informática (INEGI), de los 127 acuíferos de la región Lerma-Santiago-Pacífico, 29 están altamente sobreexplotados.
Hay registros de organismos internacionales que señalan que en menos de 20 años la población del país —en los primeros seis meses de 2007 se ubicó en más de 105 millones 790 mil habitantes, según datos del INEGI— requerirá 85 millones de metros cúbicos de agua potable.
Actualmente, 65 por ciento de la población nacional se abastece de tradicionales fuentes de agua con un caudal de 65 millones de metros cúbicos anuales.
El abastecimiento del líquido genera situaciones críticas por los volúmenes cada vez más reducidos de agua que llegan a las poblaciones. Esta situación también se observa en el ámbito mundial.
Hay datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en los cuales se cita que del total de agua dulce que se consume en el país, 83 por ciento se utiliza en la agricultura, 12 por ciento en la industria y 5 por ciento en la población urbana.
El manejo inadecuado del agua en los distritos de riego del país provoca la pérdida de 50 por ciento del líquido destinado a la agricultura, lo cual representa 50 millones de metros cúbicos, mientras que en las zonas urbanas, sobre todo en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, se pierde 40 por ciento por desperfectos en la red de
distribución.
* Profesor e investigador de la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México
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