Excélsior, comunidad / 3 de septiembre 2007
Cintya Contreras
Más de 50 colonias ubicadas en los límites de la delegación Gustavo A. Madero con los municipios de Nezahualcoyotl y Ecatepec, tienen suspendido el suministro de agua potable debido a las reparaciones en el Gran Canal y el Río de los Remedios, que se desbordaron el 22 de agosto por la lluvia en la zona metropolitana.
Sin informar a los vecinos sobre las obras de mantenimiento, las autoridades suspendieron la dotación del líquido y se negaron a ofrecer agua por medio de pipas a los afectados argumentando días de descanso obligatorio.
"No hay agua por la compostura del Gran Canal. En fin de semana no tenemos quién vaya con las pipas a cada casa para llenarles las cisternas, si quieren, espérense al lunes cuando haya servicio de oficina", así contestó el personal del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS), que pertenece a Nezahualcóyotl.
La mayoría de los vecinos ignoró el corte de agua hasta uno o dos días después de la suspensión, pues las cisternas de cada inmueble alcanzaron a abastecer sin requerir la línea de suministro.
El problema se hizo visible a mediados de semana, cuando las reservas se terminaron y el agua escaseó. "Los primeros días nos bañamos a cubetadas, hoy ya ni alcanza para eso. Los trastes y la ropa no se han podido lavar, este fin de semana la mayoría de los vecinos se fueron con sus familiares a pasar el día porque ni siquiera le podemos bajar bien al retrete", comentó Sofía Reséndiz, habitante de Valle de Aragón, una de las zonas inundadas hace unas semanas.
Las empresas privadas que distribuyen agua en pipas, elevaron los precios del servicio y, cuando se agravó la carencia, cobraban desde 900 hasta dos mil pesos por rellenar las cisternas.
Los altos costos impidieron a los vecinos optar por llenar sus contenedores por ese medio y han comprado más garrafones de agua potable, con los que realizan labores domésticas, así como apoyarse en las tomas de agua de mercados o inmuebles que, por su gran tamaño, lograron almacenar más agua durante estos días.
Funcionarios de las dos entidades mexiquenses afectadas y la delegación capitalina entrevistados por Excélsior aseguraron que a la brevedad se reestablecerá el servicio, aunque reconocieron que, pese a la suspensión del suministro, no habrá descuentos o consideraciones especiales en el pago de este periodo.
Los vecinos afectados por la suspensión del servicio alertaron sobre la crisis que se volverá a vivir cuando vuelva el agua, pues "los días en que no hubo ni una gota, nadie lavó ropa ni trastes y en cuanto haya de nuevo todos van a querer utilizarla al mismo tiempo", dijo Humberto Sánchez, vecino de la colonia Valle de Aragón, segunda sección.
¿Qué pasó?
Durante casi dos horas, el drenaje del DF estuvo "al límite de su capacidad" por el paso del huracán Dean, y de haberse registrado lluvias más fuertes, "evidentemente nos íbamos a enfrentar a inundaciones", aseguró el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México Ramón Aguirre Díaz. Ante legisladores capitalinos informó que el 22 de agosto se registro la lluvia más importante del año.
Cintya Contreras
Más de 50 colonias ubicadas en los límites de la delegación Gustavo A. Madero con los municipios de Nezahualcoyotl y Ecatepec, tienen suspendido el suministro de agua potable debido a las reparaciones en el Gran Canal y el Río de los Remedios, que se desbordaron el 22 de agosto por la lluvia en la zona metropolitana.
Sin informar a los vecinos sobre las obras de mantenimiento, las autoridades suspendieron la dotación del líquido y se negaron a ofrecer agua por medio de pipas a los afectados argumentando días de descanso obligatorio.
"No hay agua por la compostura del Gran Canal. En fin de semana no tenemos quién vaya con las pipas a cada casa para llenarles las cisternas, si quieren, espérense al lunes cuando haya servicio de oficina", así contestó el personal del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS), que pertenece a Nezahualcóyotl.
La mayoría de los vecinos ignoró el corte de agua hasta uno o dos días después de la suspensión, pues las cisternas de cada inmueble alcanzaron a abastecer sin requerir la línea de suministro.
El problema se hizo visible a mediados de semana, cuando las reservas se terminaron y el agua escaseó. "Los primeros días nos bañamos a cubetadas, hoy ya ni alcanza para eso. Los trastes y la ropa no se han podido lavar, este fin de semana la mayoría de los vecinos se fueron con sus familiares a pasar el día porque ni siquiera le podemos bajar bien al retrete", comentó Sofía Reséndiz, habitante de Valle de Aragón, una de las zonas inundadas hace unas semanas.
Las empresas privadas que distribuyen agua en pipas, elevaron los precios del servicio y, cuando se agravó la carencia, cobraban desde 900 hasta dos mil pesos por rellenar las cisternas.
Los altos costos impidieron a los vecinos optar por llenar sus contenedores por ese medio y han comprado más garrafones de agua potable, con los que realizan labores domésticas, así como apoyarse en las tomas de agua de mercados o inmuebles que, por su gran tamaño, lograron almacenar más agua durante estos días.
Funcionarios de las dos entidades mexiquenses afectadas y la delegación capitalina entrevistados por Excélsior aseguraron que a la brevedad se reestablecerá el servicio, aunque reconocieron que, pese a la suspensión del suministro, no habrá descuentos o consideraciones especiales en el pago de este periodo.
Los vecinos afectados por la suspensión del servicio alertaron sobre la crisis que se volverá a vivir cuando vuelva el agua, pues "los días en que no hubo ni una gota, nadie lavó ropa ni trastes y en cuanto haya de nuevo todos van a querer utilizarla al mismo tiempo", dijo Humberto Sánchez, vecino de la colonia Valle de Aragón, segunda sección.
¿Qué pasó?
Durante casi dos horas, el drenaje del DF estuvo "al límite de su capacidad" por el paso del huracán Dean, y de haberse registrado lluvias más fuertes, "evidentemente nos íbamos a enfrentar a inundaciones", aseguró el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México Ramón Aguirre Díaz. Ante legisladores capitalinos informó que el 22 de agosto se registro la lluvia más importante del año.
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