Milenio.com, septiembre 4, 2007
El gobierno no cobró a los evacuados el impuesto aeroportuario de 28 dólares por persona.
SAN PEDRO SULA, Honduras.- Los meteorólogos dijeron el martes que el huracán Félix podría alcanzar la categoría 5, justo antes de tocar tierra en la frontera entre Nicaragua y Honduras, donde residen miles de indígenas miskito, aislados y pobres.
En las horas antes de que Félix, que es ahora un huracán de categoría 4, tocara tierra, Grupo Taca Airlines desalojó a turistas de la isla de Roatán, popular entre los visitantes por sus arrecifes de coral, propicios para el buceo, y sus complejos turísticos.
Unos 2.500 turistas estadunidenses y europeos fueron evacuados de los lujosos hoteles de Roatán, Guanaja y Utila (en la provincia de Islas de la Bahía), de manera gratuita por aviones de la empresa salvadoreña Taca.
La evacuación comenzó el sábado y la gente fue trasladada a San Pedro Sula. Entre los evacuados habían 40 estadounidenses, dijo Romeo Silvestre, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Islas de la Bahía.
Armando Fúnez, gerente de Taca, dijo que “la compañía puso a disposición de esa gente un avión para evacuar a los turistas'’. Taca efectuó dos vuelos diarios de Roatán a San Pedro Sula durante tres días consecutivos.
Los turistas también salieron en barcos de las Islas de la Bahía. El gobierno no cobró a los evacuados el impuesto aeroportuario de 28 dólares por persona. Los vientos máximos de Félix se ubicaban apenas por debajo de los 250 kph (155 mph), la madrugada del martes, mientras avanzaba al oeste.
Los meteorólogos advirtieron que el fenómeno podría fortalecerse de nuevo antes de tocar tierra en la Costa de Mískitos. De ahí, avanzaría al norte de Honduras, entraría al sur de Belice el miércoles, y seguiría hacia el norte de Guatemala y el sur de México.
Un aumento de más de seis metros (18 pies) en los niveles de las mareas podría devastar las comunidades indígenas a lo largo de la Costa de Mískitos, una región pantanosa y aislada en la frontera entre Nicaragua y Honduras, donde miles de personas viven en endebles cabañas de madera, se desplazan en canoas y subsisten con una dieta de pescado, frijol, arroz, yuca y plátano. Miles permanecían en la costa el lunes por la noche.
La tempestad seguía la misma trayectoria que el huracán Mitch de 1998, que permaneció estacionado durante una semana en Centroamérica, donde mató a casi 11.000 personas y dejó más de 8.000 desaparecidos, principalmente en Honduras y Nicaragua.
A las 0900 GMT, Félix seguía siendo un huracán peligroso. Su vórtice se ubicaba 104 kilómetros (65 millas) al sureste de la frontera entre Nicaragua y Honduras, y el fenómeno avanzaba al oeste a 25 kph (16 mph).
AP
El gobierno no cobró a los evacuados el impuesto aeroportuario de 28 dólares por persona.
SAN PEDRO SULA, Honduras.- Los meteorólogos dijeron el martes que el huracán Félix podría alcanzar la categoría 5, justo antes de tocar tierra en la frontera entre Nicaragua y Honduras, donde residen miles de indígenas miskito, aislados y pobres.
En las horas antes de que Félix, que es ahora un huracán de categoría 4, tocara tierra, Grupo Taca Airlines desalojó a turistas de la isla de Roatán, popular entre los visitantes por sus arrecifes de coral, propicios para el buceo, y sus complejos turísticos.
Unos 2.500 turistas estadunidenses y europeos fueron evacuados de los lujosos hoteles de Roatán, Guanaja y Utila (en la provincia de Islas de la Bahía), de manera gratuita por aviones de la empresa salvadoreña Taca.
La evacuación comenzó el sábado y la gente fue trasladada a San Pedro Sula. Entre los evacuados habían 40 estadounidenses, dijo Romeo Silvestre, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Islas de la Bahía.
Armando Fúnez, gerente de Taca, dijo que “la compañía puso a disposición de esa gente un avión para evacuar a los turistas'’. Taca efectuó dos vuelos diarios de Roatán a San Pedro Sula durante tres días consecutivos.
Los turistas también salieron en barcos de las Islas de la Bahía. El gobierno no cobró a los evacuados el impuesto aeroportuario de 28 dólares por persona. Los vientos máximos de Félix se ubicaban apenas por debajo de los 250 kph (155 mph), la madrugada del martes, mientras avanzaba al oeste.
Los meteorólogos advirtieron que el fenómeno podría fortalecerse de nuevo antes de tocar tierra en la Costa de Mískitos. De ahí, avanzaría al norte de Honduras, entraría al sur de Belice el miércoles, y seguiría hacia el norte de Guatemala y el sur de México.
Un aumento de más de seis metros (18 pies) en los niveles de las mareas podría devastar las comunidades indígenas a lo largo de la Costa de Mískitos, una región pantanosa y aislada en la frontera entre Nicaragua y Honduras, donde miles de personas viven en endebles cabañas de madera, se desplazan en canoas y subsisten con una dieta de pescado, frijol, arroz, yuca y plátano. Miles permanecían en la costa el lunes por la noche.
La tempestad seguía la misma trayectoria que el huracán Mitch de 1998, que permaneció estacionado durante una semana en Centroamérica, donde mató a casi 11.000 personas y dejó más de 8.000 desaparecidos, principalmente en Honduras y Nicaragua.
A las 0900 GMT, Félix seguía siendo un huracán peligroso. Su vórtice se ubicaba 104 kilómetros (65 millas) al sureste de la frontera entre Nicaragua y Honduras, y el fenómeno avanzaba al oeste a 25 kph (16 mph).
AP
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