El Universal, DF / 23 de septiembre 2007
Eduardo Alonso
Méx.— En el estado de México hay más de 500 comités independientes de agua, operados por vecinos-administradores de pozos y manantiales que suministran agua “potable” a millones de mexiquenses, a cambio de tarifas anuales que van desde 150 hasta 450 pesos, lo que representa “una verdadera anarquía” —ausencia de poder público— en el sector.
Estimaciones oficiales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) señalan que del medio millar de comités independientes que operan en la entidad, sólo a unos cien la Comisión les habría entregado en su momento una concesión para que explotaran pozos y manantiales, con el objetivo de que brindaran el vital liquido a los habitantes de sus barrios, comunidades y colonias.
Mientras que el resto —400 aproximadamente— lo hacen amparados en los usos y costumbres de sus comunidades, en tanto que otros están presentes en las fuentes de agua, simplemente porque decidieron retomar la operación de algunos pozos inactivos que tenía a su cargo la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), sostuvo Arturo Ricardo Morales Hernández, director local de Conagua en la entidad.
“El objetivo de Conagua no es desaparecer la representación social —vecinos preocupados por el suministro del agua—, pero sí de que exista un orden, ya que hay una gran anarquía en la operación de los comités independientes del agua, pues ellos establecen tarifas, ellos deciden a quien le cortan o dan agua y ellos deciden si se da mantenimiento o no a sus sistemas, maquinaria de bombeo y pozos en general”, dijo.
En este sentido, las nuevas directrices de la instancia federal, consisten fundamentalmente, en quitarles la administración y operación de pozos a los líderes vecinales y entregárselas a los organismos operadores de agua adscritos a los gobiernos municipales.
“Lo que será una solución es que toda el agua sea responsabilidad del municipio, tal y como lo dice la Constitución —artículo 115— y que la autoridad local tuviera en estos comités independientes, una autoridad auxiliar, es decir, serían delegados del agua en sus comunidades”, adelantó.
Cabe señalar que los presidentes de comités independientes se eligen a través de una asamblea de pueblo, comunidad o colonia, donde la autoridad municipal no tienen injerencia alguna, aunque al presentarse una falla en la red de distribución, quien resuelve el problema es la autoridad local, estatal e incluso federal, coincidieron en señalar los funcionarios entrevistados.
Al respecto el secretario del Agua y Obra Pública del gobierno mexiquense, David Korenfeld Federman, admitió que la gran mayoría de los comités independientes no sirven, pues sus servicios son deficientes.
“Tenemos organismos autónomos muy eficaces y tenemos otros que no sirven. En el Estado de México estimamos que operan más de 450 comités”, sostuvo.
Korenfeld opinó que los comités independientes de agua, deben y tienen que ser regulados por los municipios, los cuales están obligados a verificar si cuentan con los títulos de asignación de agua y si están trabajando conforme a lo que se establece dicho permiso otorgado por Conagua.
En este sentido, en Toluca, opera un Organismo Descentralizado de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS) y 27 Comités Independientes que suministran —estos últimos— agua a aproximadamente 200 mil habitantes de la ciudad, es decir, a alrededor de 25% de la población, a cambio de cuotas que van de 150 a 450 pesos al año.
Al respecto, Arturo Ricardo Morales Hernández, director general de ODAPAS, sostuvo que algunos títulos de aprovechamiento que detentan los comités independientes están por vencer en este año, y será decisión de Conagua si los transfiere a la dependencia que encabeza.
“Algunos comités opondrán resistencia a estos cambios, porque ellos establecen sus reglas, cuando se les da la gana, le cortan el agua a algunos vecinos. Hay una gran anarquía, seguramente esas personas ofrecerán resistencia a los cambios, pero tarde que temprano se pondrá orden”, confió Morales Hernández.
Eduardo Alonso
Méx.— En el estado de México hay más de 500 comités independientes de agua, operados por vecinos-administradores de pozos y manantiales que suministran agua “potable” a millones de mexiquenses, a cambio de tarifas anuales que van desde 150 hasta 450 pesos, lo que representa “una verdadera anarquía” —ausencia de poder público— en el sector.
Estimaciones oficiales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) señalan que del medio millar de comités independientes que operan en la entidad, sólo a unos cien la Comisión les habría entregado en su momento una concesión para que explotaran pozos y manantiales, con el objetivo de que brindaran el vital liquido a los habitantes de sus barrios, comunidades y colonias.
Mientras que el resto —400 aproximadamente— lo hacen amparados en los usos y costumbres de sus comunidades, en tanto que otros están presentes en las fuentes de agua, simplemente porque decidieron retomar la operación de algunos pozos inactivos que tenía a su cargo la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), sostuvo Arturo Ricardo Morales Hernández, director local de Conagua en la entidad.
“El objetivo de Conagua no es desaparecer la representación social —vecinos preocupados por el suministro del agua—, pero sí de que exista un orden, ya que hay una gran anarquía en la operación de los comités independientes del agua, pues ellos establecen tarifas, ellos deciden a quien le cortan o dan agua y ellos deciden si se da mantenimiento o no a sus sistemas, maquinaria de bombeo y pozos en general”, dijo.
En este sentido, las nuevas directrices de la instancia federal, consisten fundamentalmente, en quitarles la administración y operación de pozos a los líderes vecinales y entregárselas a los organismos operadores de agua adscritos a los gobiernos municipales.
“Lo que será una solución es que toda el agua sea responsabilidad del municipio, tal y como lo dice la Constitución —artículo 115— y que la autoridad local tuviera en estos comités independientes, una autoridad auxiliar, es decir, serían delegados del agua en sus comunidades”, adelantó.
Cabe señalar que los presidentes de comités independientes se eligen a través de una asamblea de pueblo, comunidad o colonia, donde la autoridad municipal no tienen injerencia alguna, aunque al presentarse una falla en la red de distribución, quien resuelve el problema es la autoridad local, estatal e incluso federal, coincidieron en señalar los funcionarios entrevistados.
Al respecto el secretario del Agua y Obra Pública del gobierno mexiquense, David Korenfeld Federman, admitió que la gran mayoría de los comités independientes no sirven, pues sus servicios son deficientes.
“Tenemos organismos autónomos muy eficaces y tenemos otros que no sirven. En el Estado de México estimamos que operan más de 450 comités”, sostuvo.
Korenfeld opinó que los comités independientes de agua, deben y tienen que ser regulados por los municipios, los cuales están obligados a verificar si cuentan con los títulos de asignación de agua y si están trabajando conforme a lo que se establece dicho permiso otorgado por Conagua.
En este sentido, en Toluca, opera un Organismo Descentralizado de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS) y 27 Comités Independientes que suministran —estos últimos— agua a aproximadamente 200 mil habitantes de la ciudad, es decir, a alrededor de 25% de la población, a cambio de cuotas que van de 150 a 450 pesos al año.
Al respecto, Arturo Ricardo Morales Hernández, director general de ODAPAS, sostuvo que algunos títulos de aprovechamiento que detentan los comités independientes están por vencer en este año, y será decisión de Conagua si los transfiere a la dependencia que encabeza.
“Algunos comités opondrán resistencia a estos cambios, porque ellos establecen sus reglas, cuando se les da la gana, le cortan el agua a algunos vecinos. Hay una gran anarquía, seguramente esas personas ofrecerán resistencia a los cambios, pero tarde que temprano se pondrá orden”, confió Morales Hernández.
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