Temperatura a la alza

El Imparcial. 2 de Mayo, 2007
Por Liliana Chávez lchavez@elimparcial.com
“¡Aprovecha, el calor regresará”, anuncia en letras rojas un espectacular sobre uno de los principales bulevares de la ciudad que muestra a una mujer de amplia sonrisa, largo cabello ondulando y la causa de su placer: Un aire acondicionado.
Personas que sufren deshidratación y golpes de calor, calles que albergan espejismos cual desierto con oasis falso, un Sol que parece arder sobre las ropas, gotas de sudor constantes casi a cualquier hora del día. Todo apunta a que las escenas del verano en Hermosillo serán las mismas.
En números, no obstante, sólo hay pronósticos para los próximos meses: Quizá llegue a alcanzar los 50°C a la sombra, dice el jefe de Meteorología de la Comisión Nacional del Agua en Sonora, Martín Barrón.
Por su parte, investigadores como Víctor Magaña, de la UNAM, y Gregg Garfin, de la Universidad de Arizona, sólo aseguran que en Sonora habrá cada vez días más cálidos y noches menos frías con mucha posibilidad de temperaturas extremas.
Otro experto en el tema, Jesús Manuel Sortillón, espera que la temperatura media se mantenga entre los 43 y 45 °C.
El problema más serio es el de salud, pues de aumentar la temperatura para este verano, como se pronostica, afectará la salud de la gente con deshidrataciones, diarrea, insolación, enfermedades en las vías respiratorias, en el aparato digestivo y cáncer en la piel, informa el epidemiólogo de la Secretaría de Salud, Ricardo Pacheco Elías.
Árido futuro
Huertas de naranjos, campos agrícolas a la orilla de un río con vistosa afluencia, una presa que parecía a punto de derramar su contenido, frondosos árboles en cada cuadra: Las imágenes del Hermosillo de principios del siglo pasado distan mucho del panorama actual.
Hoy la capital sonorense es una ciudad que consume más de la mitad del agua que le queda, que mantiene vigilancia especial en salud por temperaturas altas, que requiere aire acondicionado en auto, casa y oficina, que ha perdido el aroma a azahares que lo distinguía.
Hace nueve años se registró la temperatura más alta en la historia de Hermosillo: 48.5 °C.
En 1953 la estación “El Orégano”, a 40 kilómetros de Topahue, alcanzó el registro más alto en Sonora: 51°C, sólo siete grados menos que la máxima temperatura registrada en la Tierra, en el Desierto de Libia.
Ascenso paulatino
El calor regresa cada año a Sonora, pero la temperatura promedio para el verano, que hace 30 años era de 30°C en Hermosillo, actualmente es de 43°C, y se pronostica que seguirá elevándose a razón de 1 a 5 °C en los próximos 40 años.
En la descripción del clima sonorense dominan las palabras “seco” y “caluroso”.
Según información del Instituto Nacional de Ecología, Sonora presenta actualmente los índices más graves de sequía, en categorías de fuerte a muy severa.
Si bien el clima de la región es por naturaleza cálido, la urbanización en las principales ciudades del Estado, además del calentamiento global, ha contribuido al aumento de las temperaturas en las últimas décadas, dicen especialistas en clima.
Las previsiones inmediatas pueden ser las mismas de cada verano: No exponerse a los rayos del Sol, tomar muchos líquidos, no usar ropa oscura, utilizar sombrilla, lentes, sombrero; sin embargo, para resolver la situación que pudiera presentarse en 10 años más, según opinan investigadores, urge tomar medidas que sean capaces de adaptar la vida de la población a las nuevas condiciones de clima.