cambio climático
En Sonora no hay políticas públicas enfocadas al calentamiento global y su repercusión directa en la región, explica el jefe regional del Departamento de Meteorología, Martín Barrón
Por Liliana Chávez
El Imparcial, mayo 7, 2007
lchavez@elimparcial.com
Este verano se pronostica como el más cálido después de que Hermosillo rompiera su récord de temperatura máxima con 48.5 grados a la sombra el 10 de julio de 1998. Una década que se recuerda como la más cálida de la historia en el mundo.
“Si se cumplen las expectativas, podremos llegar a los 50 grados bajo sombra para este verano”, pronostica el jefe regional del departamento de Meteorología de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Martín Barrón Félix.
Según análisis de temperaturas día por día, en el Estado se han roto records de temperatura máxima cada año, lo cual representa condiciones extremas para cualquier actividad al aire libre.
Debido al esfuerzo que realiza el cuerpo humano para bajar su temperatura interna con la humedad registrada después de las lluvias, la gente puede sentir más calor en el mes de agosto; sin embargo, la época más cálida en Sonora, explica Barrón, es del 15 de junio al 15 de julio aproximadamente.
Además, mientras los termómetros registran a la sombra temperaturas de 40 grados, al aire libre, los habitantes pueden sentir temperaturas de 45 a 50 grados, cuando se exponen directamente a la luz del Sol en la calle.
Falta conciencia
Por vivir en una región caliente por naturaleza, los sonorenses acostumbrados a temperaturas altas, lo observan como normal, dice Barrón; no obstante, el calentamiento global ha llevado estas temperaturas a extremos nunca antes vistos.
En Sonora no hay políticas públicas enfocadas al calentamiento global y su repercusión directa en la región, explica Martín barrón.
“El conocimiento se tiene, pero no hay acciones concretas... esto no debe verse como un beneficio inmediato, el efecto no es tan inmediato pero a la generación siguiente quizá pudiera tocarle un ambiente mejor”, opina.
La solución está en que la sociedad se adapte al clima que tiene.
“Hay que estar conscientes de dónde estamos parados, no forzar las cosas, tener más conciencia de dónde vivimos; nos resistimos a los tandeos porque siempre nos han dado agua, pero para ello han forzado a la naturaleza”.
La adaptación es una necesidad urgente que además contribuiría a sentir menos fuerte el incremento de temperatura a través de la toma de conciencia y el aprender a cuidar nuestro ambiente.
El Estado es árido, pero la gente no vive como si lo fuera: Las casas se construyen con block, que es el peor material para el clima pues en invierno es muy frío y en verano caliente.
El uso de aparatos de aire acondicionado contribuye también a un clima más caliente afuera de las casas y en los campos se desarrollan cultivos que son inapropiados para tierra seca por la gran cantidad de agua que demandan.
Sonora no tiene un clima cálido sólo por su naturaleza desértica. “El clima también consecuencia de lo que hacemos; tenemos la capacidad de hacer algo para modificarlo, la cuestión es empezar”. Trayectoria
Martín Ricardo Barrón Félix
Originario de Ciudad Obregón, Sonora.
Licenciado en Física por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Desde 1997 es jefe de proyecto del Servicio Meteorológico Nacional, CNA.
Especialista en Hidráulica.
Realizó un Diplomado en Meteorología en el Centro de Estudios de la Atmósfera de la UNAM.
Ha tomado cursos de meteorología en México y Japón.
Estancia de trabajo en el National Hurricane Center de Miami, Florida.
Asistencia técnica y capacitación en materia de meteorología sinóptica de mesoescala y pronóstico de tiempo severo en la Universidad de Arizona.
El Imparcial, mayo 7, 2007
lchavez@elimparcial.com
Este verano se pronostica como el más cálido después de que Hermosillo rompiera su récord de temperatura máxima con 48.5 grados a la sombra el 10 de julio de 1998. Una década que se recuerda como la más cálida de la historia en el mundo.
“Si se cumplen las expectativas, podremos llegar a los 50 grados bajo sombra para este verano”, pronostica el jefe regional del departamento de Meteorología de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Martín Barrón Félix.
Según análisis de temperaturas día por día, en el Estado se han roto records de temperatura máxima cada año, lo cual representa condiciones extremas para cualquier actividad al aire libre.
Debido al esfuerzo que realiza el cuerpo humano para bajar su temperatura interna con la humedad registrada después de las lluvias, la gente puede sentir más calor en el mes de agosto; sin embargo, la época más cálida en Sonora, explica Barrón, es del 15 de junio al 15 de julio aproximadamente.
Además, mientras los termómetros registran a la sombra temperaturas de 40 grados, al aire libre, los habitantes pueden sentir temperaturas de 45 a 50 grados, cuando se exponen directamente a la luz del Sol en la calle.
Falta conciencia
Por vivir en una región caliente por naturaleza, los sonorenses acostumbrados a temperaturas altas, lo observan como normal, dice Barrón; no obstante, el calentamiento global ha llevado estas temperaturas a extremos nunca antes vistos.
En Sonora no hay políticas públicas enfocadas al calentamiento global y su repercusión directa en la región, explica Martín barrón.
“El conocimiento se tiene, pero no hay acciones concretas... esto no debe verse como un beneficio inmediato, el efecto no es tan inmediato pero a la generación siguiente quizá pudiera tocarle un ambiente mejor”, opina.
La solución está en que la sociedad se adapte al clima que tiene.
“Hay que estar conscientes de dónde estamos parados, no forzar las cosas, tener más conciencia de dónde vivimos; nos resistimos a los tandeos porque siempre nos han dado agua, pero para ello han forzado a la naturaleza”.
La adaptación es una necesidad urgente que además contribuiría a sentir menos fuerte el incremento de temperatura a través de la toma de conciencia y el aprender a cuidar nuestro ambiente.
El Estado es árido, pero la gente no vive como si lo fuera: Las casas se construyen con block, que es el peor material para el clima pues en invierno es muy frío y en verano caliente.
El uso de aparatos de aire acondicionado contribuye también a un clima más caliente afuera de las casas y en los campos se desarrollan cultivos que son inapropiados para tierra seca por la gran cantidad de agua que demandan.
Sonora no tiene un clima cálido sólo por su naturaleza desértica. “El clima también consecuencia de lo que hacemos; tenemos la capacidad de hacer algo para modificarlo, la cuestión es empezar”. Trayectoria
Martín Ricardo Barrón Félix
Originario de Ciudad Obregón, Sonora.
Licenciado en Física por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Desde 1997 es jefe de proyecto del Servicio Meteorológico Nacional, CNA.
Especialista en Hidráulica.
Realizó un Diplomado en Meteorología en el Centro de Estudios de la Atmósfera de la UNAM.
Ha tomado cursos de meteorología en México y Japón.
Estancia de trabajo en el National Hurricane Center de Miami, Florida.
Asistencia técnica y capacitación en materia de meteorología sinóptica de mesoescala y pronóstico de tiempo severo en la Universidad de Arizona.
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