Por Liliana Chávez
El Imparcial, mayo 7, 2007
lchavez@elimparcial.com
La gente quiere respuestas, pero no las hay. Después de 25 años de investigación, el investigador de la Universidad de Sonora, Christopher Watts se inclina por la incertidumbre en cuanto al futuro de la región a causa del cambio climático.
“Sí es evidente el fenómeno del calentamiento global, todavía no es muy grande pero la evidencia apunta a que se están elevando las temperaturas”, explica el doctor en Química y Física molecular.
Aunque la teoría de que el hombre afecta al clima con su intensa producción de gases invernadero que suben a la atmósfera cada vez cobra más auge entre la comunidad científica, Watts se muestra moderado en sus opiniones: Aún no se puede determinar qué tanto afecta al clima el calentamiento global y qué tanto es parte de la naturaleza misma de la región.
“No podemos predecir porque no tenemos suficiente información; todavía no podemos decir que el calentamiento global va a producir más sequías a Sonora, el cambio climático va a afectar pero todavía no sabemos cómo”, destaca el investigador.
Un aumento de temperatura implicaría mayor evaporación y, por lo tanto, menos disponibilidad de agua en la tierra. Escéptico por mucho tiempo de la teoría del calentamiento global, Christopher Watts se muestra ahora convencido del cambio climático debido a diversas evidencias.
“No sé cómo vaya a afectar una temperatura de 50°C, pero lo que se ha observado es un incremento en los eventos extraordinarios como las muchas lluvias o las sequías; ésos son indicadores de que algo está pasando”, opina el científico.
La falta de agua a consecuencia de estas sequías podría traer consecuencias desastrosas: “En los próximos años, las sequías serán un problema mayor, hay civilizaciones desaparecidas por ello”.
El agua, un problema mayor
Originario de Inglaterra, Watts se ha especializado en el estudio de las sequías de la región desde hace 25 años y considera que la sequía que presenta Sonora del año 2000 en adelante ha sido una de las más grandes de México.
Por las condiciones climáticas del Estado, el doctor argumenta que siempre habrá sequías, sin embargo, lo importante es distinguir la tendencia natural a este fenómeno de las causas relacionadas con la forma en que se trabaja la tierra.
“Las sequías afectan a la ganadería; con lluvias escasas, la vegetación cambia y los animales también”, comenta Watts sobre las consecuencias de este tipo de fenómenos.
Sonora ha vivido ya sequías importantes el siglo pasado, en las décadas de los treinta, cincuenta y setenta, y aunque ahora se tienen más armas para sobrevivir a esta situación, uno de los grandes problemas, según Christopher Watts, es que no hay una infraestructura adecuada en el servicio de agua potable.
Una de las mayores consecuencias sociales podría ser el movimiento masivo de población a otra región o el cambio de actividades productivas para sobrevivir. “Se requiere una reserva estratégica de agua; el bombeo haya sido mayor que la carga, se va a acabar con el recurso”.
Como el agua es un recurso que la naturaleza había ofrecido sin necesidad de esfuerzo, deduce, el ser humano no lo ha visto como un bien de valor, sin embargo, ante la escasez del líquido que ahora vivimos hay que empezar a tomar medidas.
Es necesario buscar alternativas para convivir con el problema ante eventos que no son perceptibles en el momento pero que pueden traer graves consecuencias: “La sequía es un evento fuera de lo común, pero la aridez es el clima permanente de la región, eso no se puede cambiar, tenemos que adaptarnos a él”.
Adaptar las actividades de la sociedad a los problemas climáticos de la región es urgente: “Hay que estar más conscientes, aprender que hay variabilidad en nuestra región, tenemos que aprender a convivir con estos cambios”.
El Imparcial, mayo 7, 2007
lchavez@elimparcial.com
La gente quiere respuestas, pero no las hay. Después de 25 años de investigación, el investigador de la Universidad de Sonora, Christopher Watts se inclina por la incertidumbre en cuanto al futuro de la región a causa del cambio climático.
“Sí es evidente el fenómeno del calentamiento global, todavía no es muy grande pero la evidencia apunta a que se están elevando las temperaturas”, explica el doctor en Química y Física molecular.
Aunque la teoría de que el hombre afecta al clima con su intensa producción de gases invernadero que suben a la atmósfera cada vez cobra más auge entre la comunidad científica, Watts se muestra moderado en sus opiniones: Aún no se puede determinar qué tanto afecta al clima el calentamiento global y qué tanto es parte de la naturaleza misma de la región.
“No podemos predecir porque no tenemos suficiente información; todavía no podemos decir que el calentamiento global va a producir más sequías a Sonora, el cambio climático va a afectar pero todavía no sabemos cómo”, destaca el investigador.
Un aumento de temperatura implicaría mayor evaporación y, por lo tanto, menos disponibilidad de agua en la tierra. Escéptico por mucho tiempo de la teoría del calentamiento global, Christopher Watts se muestra ahora convencido del cambio climático debido a diversas evidencias.
“No sé cómo vaya a afectar una temperatura de 50°C, pero lo que se ha observado es un incremento en los eventos extraordinarios como las muchas lluvias o las sequías; ésos son indicadores de que algo está pasando”, opina el científico.
La falta de agua a consecuencia de estas sequías podría traer consecuencias desastrosas: “En los próximos años, las sequías serán un problema mayor, hay civilizaciones desaparecidas por ello”.
El agua, un problema mayor
Originario de Inglaterra, Watts se ha especializado en el estudio de las sequías de la región desde hace 25 años y considera que la sequía que presenta Sonora del año 2000 en adelante ha sido una de las más grandes de México.
Por las condiciones climáticas del Estado, el doctor argumenta que siempre habrá sequías, sin embargo, lo importante es distinguir la tendencia natural a este fenómeno de las causas relacionadas con la forma en que se trabaja la tierra.
“Las sequías afectan a la ganadería; con lluvias escasas, la vegetación cambia y los animales también”, comenta Watts sobre las consecuencias de este tipo de fenómenos.
Sonora ha vivido ya sequías importantes el siglo pasado, en las décadas de los treinta, cincuenta y setenta, y aunque ahora se tienen más armas para sobrevivir a esta situación, uno de los grandes problemas, según Christopher Watts, es que no hay una infraestructura adecuada en el servicio de agua potable.
Una de las mayores consecuencias sociales podría ser el movimiento masivo de población a otra región o el cambio de actividades productivas para sobrevivir. “Se requiere una reserva estratégica de agua; el bombeo haya sido mayor que la carga, se va a acabar con el recurso”.
Como el agua es un recurso que la naturaleza había ofrecido sin necesidad de esfuerzo, deduce, el ser humano no lo ha visto como un bien de valor, sin embargo, ante la escasez del líquido que ahora vivimos hay que empezar a tomar medidas.
Es necesario buscar alternativas para convivir con el problema ante eventos que no son perceptibles en el momento pero que pueden traer graves consecuencias: “La sequía es un evento fuera de lo común, pero la aridez es el clima permanente de la región, eso no se puede cambiar, tenemos que adaptarnos a él”.
Adaptar las actividades de la sociedad a los problemas climáticos de la región es urgente: “Hay que estar más conscientes, aprender que hay variabilidad en nuestra región, tenemos que aprender a convivir con estos cambios”.
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