Ebrard reiteró su llamado a respetar a la Administración local y a la ciudad
Manuel Durán, Reforma
Ciudad de México (17 julio 2007).- Los llamados del Presidente Felipe Calderón para hacer las paces con el Gobierno Capitalino, no tuvieron eco en el Mandatario capitalino, Marcelo Ebrard, quien se negó a fumar la pipa de la paz.
En gira por Iztapalapa, el Jefe de Gobierno reaccionó directamente a las declaraciones de Calderón vertidas por la tarde en Valle de Chalco.
Ahí, el Presidente matizó las críticas que ha lanzando a la Administración local bajo el argumento de que sólo le preocupa la Ciudad, e incluso se dijo abierto al diálogo para entender y dar solución a los problemas de la Zona Metropolitana.
— ¿Fumaría la pipa de la paz? —, se le preguntó.
"Yo no tengo que fumar o no la pipa de la paz. Lo que estoy diciendo es que se respete al Gobierno de la Ciudad y sobre todo a la Ciudad", reviró.
Pero también, recalcó, debe haber trabajo e inversión en los asuntos que competen a varias instancias, tanto federal como local.
"De parte del Gobierno del DF esa siempre ha sido nuestra postura.
"Nosotros no somos los que estamos enjuiciando las acciones que se toman", reiteró.
Ebrard pidió resolver los problemas en la Ciudad y que sobre las obras hidráulicas ya lo están haciendo desde la localidad.
"Es muy claro, el Gobierno de la Ciudad propuso desde abril (a la federación) que hiciéramos una serie de obras de emergencia, son cinco, y la semana pasada fui a supervisar esas obras", comentó.
Lo mismo ocurre, aseguró, con las 22 obras en curso para resolver problemas de drenaje.
"Estoy trabajando en ello, y en el caso de las minas, de las grietas, pues están ustedes (los reporteros) con nosotros (en Iztapalapa). Diario estamos aquí", señaló.
Incluso recordó que también tienen campamentos en Álvaro Obregón, donde también hay zonas afectadas por minas.
"Los que estamos preocupados, que nos pongamos a trabajar", comentó.
— ¿Dice (Calderón) que no son reproches? —, se le insistió.
"No, ya no me metería en eso, ahí están las declaraciones de cada quien", atajó.
Sobre los 36 mil millones de pesos que prometió el Presidente para obras hidráulicas y drenaje.
"Falta verlos", cuestionó.
Manuel Durán, Reforma
Ciudad de México (17 julio 2007).- Los llamados del Presidente Felipe Calderón para hacer las paces con el Gobierno Capitalino, no tuvieron eco en el Mandatario capitalino, Marcelo Ebrard, quien se negó a fumar la pipa de la paz.
En gira por Iztapalapa, el Jefe de Gobierno reaccionó directamente a las declaraciones de Calderón vertidas por la tarde en Valle de Chalco.
Ahí, el Presidente matizó las críticas que ha lanzando a la Administración local bajo el argumento de que sólo le preocupa la Ciudad, e incluso se dijo abierto al diálogo para entender y dar solución a los problemas de la Zona Metropolitana.
— ¿Fumaría la pipa de la paz? —, se le preguntó.
"Yo no tengo que fumar o no la pipa de la paz. Lo que estoy diciendo es que se respete al Gobierno de la Ciudad y sobre todo a la Ciudad", reviró.
Pero también, recalcó, debe haber trabajo e inversión en los asuntos que competen a varias instancias, tanto federal como local.
"De parte del Gobierno del DF esa siempre ha sido nuestra postura.
"Nosotros no somos los que estamos enjuiciando las acciones que se toman", reiteró.
Ebrard pidió resolver los problemas en la Ciudad y que sobre las obras hidráulicas ya lo están haciendo desde la localidad.
"Es muy claro, el Gobierno de la Ciudad propuso desde abril (a la federación) que hiciéramos una serie de obras de emergencia, son cinco, y la semana pasada fui a supervisar esas obras", comentó.
Lo mismo ocurre, aseguró, con las 22 obras en curso para resolver problemas de drenaje.
"Estoy trabajando en ello, y en el caso de las minas, de las grietas, pues están ustedes (los reporteros) con nosotros (en Iztapalapa). Diario estamos aquí", señaló.
Incluso recordó que también tienen campamentos en Álvaro Obregón, donde también hay zonas afectadas por minas.
"Los que estamos preocupados, que nos pongamos a trabajar", comentó.
— ¿Dice (Calderón) que no son reproches? —, se le insistió.
"No, ya no me metería en eso, ahí están las declaraciones de cada quien", atajó.
Sobre los 36 mil millones de pesos que prometió el Presidente para obras hidráulicas y drenaje.
"Falta verlos", cuestionó.
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