La Voz del Puerto, domingo, 22 de abril de 2007
Buscan en la región del Sur tener un valle con una ecología sana y sustentable
Federico Chávez Manjarrez
Ciudad Obregón.- Con el fin de tener un valle con una ecología sana y sustentable que garantice precipitaciones suficientes y copiosas en los Valles del Yaqui y Mayo y que esto se traduzca en siembras completas al 100 por ciento en otoño-invierno y primavera-verano, promueven una buena forestación en el Sur de Sonora.
A través de un estudio para un “Método de Inducción de Lluvias con Recursos Naturales” -realizado por Felipe de Jesús Robles Ruiz-, da a conocer que los Valles del Yaqui y Mayo necesitan tener como mínimo una cortina de árboles paralelas a las calles con circulación de Oriente a Poniente.
Con esto se obtienen beneficios importantes como el devolver parte de la deforestación que se le hizo al convertirlo en Valle Agrícola, además de aumentar los niveles naturales de precipitaciones pluviales y oxigenar el medio ambiente, así como absorber el bióxido de carbono que despiden los automotores como son autos y tractores en la época de preparación de suelos, aunado a evitar daños por heladas, pues los arbustos detienen los vientos del Norte y lo hacen un poco más cálido.
Detalló que los árboles deben ser regionales, principalmente mezquites y palofierro, entre otros del agrado del productor. El mezquite produce madera y carbón, estos dos productos tienen gran demanda en el mercado nacional e internacional, además de una gran resistencia a la falta de agua, plagas y enfermedades.
Asimismo, estos dos arbustos producen la mejor miel a nivel mundial que originan las abejas de la flor del mezquite, y la semilla es excelente alimento para el ganado. Robles Ruiz precisó además que desde hace algunos años se ha dedicado a la investigación de las Ciencias Naturales por vocación en una parcela de 10 hectáreas en la zona de San Ignacio Río Muerto.
En la misma que está dedicada a la cría de ganado bovino combina praderas de zacates cruzas con cero labranza y cuatro riegos al año, cero agroquímicos y fertilizantes, además de utilizar un pastoreo tecnificado con cercos eléctricos, donde el ganado se alimenta y deja el estiércol en la tierra como fertilizante natural.
Como producción alterna cultiva mezquites en los linderos del predio, aunque hoy en día lo hace únicamente como autoabasto de madera, leña y carbón, pero bien en estos dos valles se podría llevar para devolver el agua de las lluvias al Sur de Sonora.
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