La Jornada, sociedad y justicia / 4 de octubre 2007
José Antonio Román
Los gobiernos tienen la tarea no sólo de dotar de agua potable y saneamiento a todos sus habitantes, sino también de establecer un cobro equitativo por el líquido, inclusive con subsidio a los sectores más pobres y vulnerables, aseguró la directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Hábitat), Anna Tijbaijuka, quien dijo que la ONU comparte la tesis de que todos los seres humanos tienen derecho al recurso.
En conferencia de prensa, luego de firmar un acuerdo de colaboración con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la funcionaria señaló que, con mucha frecuencia, en los países se encuentran tanto aquellos que abusan del uso del agua como con empresas, ya sean grandes o pequeñas, que sencillamente no pagan el consumo del servicio o lo pagan a precios que no corresponden con la realidad.
Anna Tijbaijuka señaló que entre las recomendaciones hechas a los gobiernos destaca la de buscar mecanismos eficientes en el uso del agua, pero también en el cobro del líquido. Así, para los sectores más pobres, este costo debe ser mucho más accesible que para aquellos que tienen mayores posibilidades de pagar el precio real del recurso.
En este sentido, señaló que UN-Hábitat ha propuesto la llamada “línea de la vida”, que es determinar la cantidad de agua que necesita un ser humano para poder vivir, y a ese volumen darle un precio accesible. A partir de esa cantidad, y conforme se incremente el consumo, también aumentar proporcionalmente el costo.
Lamentó que existan casos en algunos países donde las comunidades de mayores recursos tienen el agua subsidiada, mientras que las zonas pobres y con sectores sociales más vulnerables ni siquiera tienen acceso al líquido. “Por eso estamos buscando mecanismos para que todas las personas que tienen agua paguen dentro de sus posibilidades y circunstancias”.
En el documento firmado por el titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, el gobierno federal expresa que el suministro de agua de calidad y saneamiento, junto con una mejora en la atención de los sectores más pobres, son temas prioritarios de su agenda, tendiente también a cumplir con las Metas de Desarrollo del Milenio suscritos por México.
La carta de intención expresa el interés de UN-Hábitat y Conagua para colaborar en el contexto del Programa de Agua para Ciudades en Latinoamérica y el Caribe. “Esta colaboración estará dirigida a desarrollar proyectos piloto de suministro de agua potable y saneamiento en áreas de pobreza extrema y periurbanas, ayudando a las autoridades locales y a los organismos operadores en el abasto de agua a esas zonas, así como en establecer procesos de generación de capacidades, educación, concientización social, y movilización de recursos.
Sin embargo, se espera que sea hasta abril de 2008 cuando ambas partes acuerden los detalles de colaboración, mediante un memorando de entendimiento.
José Antonio Román
Los gobiernos tienen la tarea no sólo de dotar de agua potable y saneamiento a todos sus habitantes, sino también de establecer un cobro equitativo por el líquido, inclusive con subsidio a los sectores más pobres y vulnerables, aseguró la directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Hábitat), Anna Tijbaijuka, quien dijo que la ONU comparte la tesis de que todos los seres humanos tienen derecho al recurso.
En conferencia de prensa, luego de firmar un acuerdo de colaboración con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la funcionaria señaló que, con mucha frecuencia, en los países se encuentran tanto aquellos que abusan del uso del agua como con empresas, ya sean grandes o pequeñas, que sencillamente no pagan el consumo del servicio o lo pagan a precios que no corresponden con la realidad.
Anna Tijbaijuka señaló que entre las recomendaciones hechas a los gobiernos destaca la de buscar mecanismos eficientes en el uso del agua, pero también en el cobro del líquido. Así, para los sectores más pobres, este costo debe ser mucho más accesible que para aquellos que tienen mayores posibilidades de pagar el precio real del recurso.
En este sentido, señaló que UN-Hábitat ha propuesto la llamada “línea de la vida”, que es determinar la cantidad de agua que necesita un ser humano para poder vivir, y a ese volumen darle un precio accesible. A partir de esa cantidad, y conforme se incremente el consumo, también aumentar proporcionalmente el costo.
Lamentó que existan casos en algunos países donde las comunidades de mayores recursos tienen el agua subsidiada, mientras que las zonas pobres y con sectores sociales más vulnerables ni siquiera tienen acceso al líquido. “Por eso estamos buscando mecanismos para que todas las personas que tienen agua paguen dentro de sus posibilidades y circunstancias”.
En el documento firmado por el titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, el gobierno federal expresa que el suministro de agua de calidad y saneamiento, junto con una mejora en la atención de los sectores más pobres, son temas prioritarios de su agenda, tendiente también a cumplir con las Metas de Desarrollo del Milenio suscritos por México.
La carta de intención expresa el interés de UN-Hábitat y Conagua para colaborar en el contexto del Programa de Agua para Ciudades en Latinoamérica y el Caribe. “Esta colaboración estará dirigida a desarrollar proyectos piloto de suministro de agua potable y saneamiento en áreas de pobreza extrema y periurbanas, ayudando a las autoridades locales y a los organismos operadores en el abasto de agua a esas zonas, así como en establecer procesos de generación de capacidades, educación, concientización social, y movilización de recursos.
Sin embargo, se espera que sea hasta abril de 2008 cuando ambas partes acuerden los detalles de colaboración, mediante un memorando de entendimiento.
Powered by ScribeFire.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario