10.4.07 - Planeta Azul
Estudios técnicos de la Comisión Nacional del Agua, CNA, dan la razón a productores y habitantes de la cabecera municipal de Cuatro Ciénegas, quienes han señalado que al abrirse al cultivo de forrajes el valle “Las Calaveras” se agotaron los brotes naturales que abastecían de agua para el consumo doméstico y el riego de huertas y solares
SALTILLO, Coah; 4 octubre 2007.- A partir de los estudios surge la recomendación de decretar la veda para el control de la extracción y el uso de las aguas subterráneas como primer paso para establecer un reglamento que regule la magnitud y distribución espacial del agua extraída, evitando la sobreexplotación y mitigando la afectación.
En Cuatro Ciénegas confluyen tres acuíferos, “El Hundido” para el que en abril de 2007 se decretó veda por treinta años pero no ha podido regularse al existir concesiones por un volumen mayor al máximo permitido en el decreto; el propio de Cuatro Ciénegas, para el cual la CNA propone veda o regulación, y el de Ocampo, también conocido como “Las Calaveras”.
Al menos desde 1908 Cuatro Ciénegas se abastecía de agua para consumo domiciliario y el riego de huertas y solares de un afloramiento natural, ubicado en el punto que los lugareños identifican como “El Cañón”, en el cual comenzó a disminuir su nivel en el año 2000 y se secó en definitiva en 2004. Los productores locales lo atribuyeron a las extracciones para uso agrícola en “Las Calaveras”.
Con una perforación se solucionó el abasto de agua doméstico, pero no hubo alternativa para quienes tenían derechos de agua para riego. En 2006, de 20 mil nogales que se estimaban en la comunidad, se reportaba que se habían secado aproximadamente dos mil.
Estudios técnicos que la CNA remitió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, reconocen que la concentración actual de pozos en el llamado valle de Calaveras es inconveniente, porque está provocando abatimientos locales, y precisan que entre 1996 y 2001 los pozos de la región registraron bajas en su nivel de hasta un metro por año.
“En los últimos años se ha generado una creciente demanda de agua para el desarrollo agrícola en la porción central del Estado de Coahuila, lo cual implica el riesgo de que la extracción de agua rebase en magnitud la escasa renovación natural del acuífero y de que con ello se inicie la sobreexplotación del mismo, con impacto negativo sobre la población y el medio ambiente”, establece el documento.
También señala que se tiene conocimiento de que en el área del poblado de Cuatro Ciénegas, se ha secado la vegetación y se han afectado pozos someros o norias, efectos que se han derivado de la extracción concentrada de agua en el valle de Calaveras. Recomiendan reducir las extracciones en la zona de Ocampo, mediante programas de apoyo para el uso eficiente del agua, con el fin de que una mayor cantidad de agua llegue a la de Cuatro Ciénegas.
Los estudios, firmados por José Luis Luege Tamargo, Director de la CNA, advierten que por tratarse de una zona de libre alumbramiento, es decir donde no se necesita permiso para hacer una perforación, y con escasa renovación natural del recurso, la zona de Ocampo está expuesta a que se construyan más pozos sin control de la autoridad, se agote rápidamente la disponibilidad de agua actual y, con ello, se inicie una sobreexplotación difícilmente reversible, en perjuicio de los usuarios asentados tanto en la zona de Ocampo, como en la porción norte de la de Cuatrociénegas.
“El impacto perjudicial de la sobreexplotación podría ser a corto plazo, porque el acuífero tiene espesor, permeabilidad y reserva almacenada reducidos, a pesar de su extensión superficial”. En el documento se concluye a partir de los estudios que existen causas de utilidad pública que justifican el establecimiento de una veda de aguas del subsuelo. Como parte de los estudios técnicos, en la zona de Ocampo se censaron 192 captaciones de agua subterránea: 172 pozos, 14 norias y 6 manantiales.
Atendiendo al uso del agua, las 101 que se encontraron activas están distribuidas como sigue: 70 agrícolas, 24 doméstico/pecuarios y 7 público urbano. Según la información recabada durante el censo, las 101 captaciones activas extraen un volumen total de 55.4 millones de metros cúbicos por año, correspondiendo 51.5 a las captaciones artificiales (pozos y norias) y 3.9 a los manantiales.
(Agencias)
Estudios técnicos de la Comisión Nacional del Agua, CNA, dan la razón a productores y habitantes de la cabecera municipal de Cuatro Ciénegas, quienes han señalado que al abrirse al cultivo de forrajes el valle “Las Calaveras” se agotaron los brotes naturales que abastecían de agua para el consumo doméstico y el riego de huertas y solares
SALTILLO, Coah; 4 octubre 2007.- A partir de los estudios surge la recomendación de decretar la veda para el control de la extracción y el uso de las aguas subterráneas como primer paso para establecer un reglamento que regule la magnitud y distribución espacial del agua extraída, evitando la sobreexplotación y mitigando la afectación.
En Cuatro Ciénegas confluyen tres acuíferos, “El Hundido” para el que en abril de 2007 se decretó veda por treinta años pero no ha podido regularse al existir concesiones por un volumen mayor al máximo permitido en el decreto; el propio de Cuatro Ciénegas, para el cual la CNA propone veda o regulación, y el de Ocampo, también conocido como “Las Calaveras”.
Al menos desde 1908 Cuatro Ciénegas se abastecía de agua para consumo domiciliario y el riego de huertas y solares de un afloramiento natural, ubicado en el punto que los lugareños identifican como “El Cañón”, en el cual comenzó a disminuir su nivel en el año 2000 y se secó en definitiva en 2004. Los productores locales lo atribuyeron a las extracciones para uso agrícola en “Las Calaveras”.
Con una perforación se solucionó el abasto de agua doméstico, pero no hubo alternativa para quienes tenían derechos de agua para riego. En 2006, de 20 mil nogales que se estimaban en la comunidad, se reportaba que se habían secado aproximadamente dos mil.
Estudios técnicos que la CNA remitió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, reconocen que la concentración actual de pozos en el llamado valle de Calaveras es inconveniente, porque está provocando abatimientos locales, y precisan que entre 1996 y 2001 los pozos de la región registraron bajas en su nivel de hasta un metro por año.
“En los últimos años se ha generado una creciente demanda de agua para el desarrollo agrícola en la porción central del Estado de Coahuila, lo cual implica el riesgo de que la extracción de agua rebase en magnitud la escasa renovación natural del acuífero y de que con ello se inicie la sobreexplotación del mismo, con impacto negativo sobre la población y el medio ambiente”, establece el documento.
También señala que se tiene conocimiento de que en el área del poblado de Cuatro Ciénegas, se ha secado la vegetación y se han afectado pozos someros o norias, efectos que se han derivado de la extracción concentrada de agua en el valle de Calaveras. Recomiendan reducir las extracciones en la zona de Ocampo, mediante programas de apoyo para el uso eficiente del agua, con el fin de que una mayor cantidad de agua llegue a la de Cuatro Ciénegas.
Los estudios, firmados por José Luis Luege Tamargo, Director de la CNA, advierten que por tratarse de una zona de libre alumbramiento, es decir donde no se necesita permiso para hacer una perforación, y con escasa renovación natural del recurso, la zona de Ocampo está expuesta a que se construyan más pozos sin control de la autoridad, se agote rápidamente la disponibilidad de agua actual y, con ello, se inicie una sobreexplotación difícilmente reversible, en perjuicio de los usuarios asentados tanto en la zona de Ocampo, como en la porción norte de la de Cuatrociénegas.
“El impacto perjudicial de la sobreexplotación podría ser a corto plazo, porque el acuífero tiene espesor, permeabilidad y reserva almacenada reducidos, a pesar de su extensión superficial”. En el documento se concluye a partir de los estudios que existen causas de utilidad pública que justifican el establecimiento de una veda de aguas del subsuelo. Como parte de los estudios técnicos, en la zona de Ocampo se censaron 192 captaciones de agua subterránea: 172 pozos, 14 norias y 6 manantiales.
Atendiendo al uso del agua, las 101 que se encontraron activas están distribuidas como sigue: 70 agrícolas, 24 doméstico/pecuarios y 7 público urbano. Según la información recabada durante el censo, las 101 captaciones activas extraen un volumen total de 55.4 millones de metros cúbicos por año, correspondiendo 51.5 a las captaciones artificiales (pozos y norias) y 3.9 a los manantiales.
(Agencias)
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