El Universal
Martes 20 de marzo de 2007
GINEBRA (AP y Reuters).- La contaminación, los diques y los cambios climáticos pudieran destruir algunos de los ríos más importantes del mundo en las décadas próximas, causando grave escasez de agua y la extinción de numerosas especies acuáticas, dijo este martes un importante grupo ambientalista.
El Fondo Mundial para la Naturaleza dijo que los gobiernos necesitan acelerar radicalmente los esfuerzos para preservar ríos, lagos y pantanos que proveen a millones de personas de agua potable y alimentos, y el agua requerida para la agricultura.
Los gobiernos no están haciendo lo suficiente para evitar que los sistemas de agua dulce sean explotados excesivamente, dijo el fondo en un reporte de 53 páginas. Por eso, aproximadamente una quinta parte de las 10 mil especies de agua dulce en el planeta están extinguidas o en peligro. "La crisis refleja hasta qué punto el desarrollo descontrolado está poniendo en peligro la capacidad de la naturaleza de satisfacer nuestras demandas crecientes", dijo Jamie Pittock, que encabeza el programa de agua dulce del Fondo.
Solo 21 de los 177 ríos más largos del mundo fluyen libremente desde la fuente hasta el mar, sin diques u otras formas de construcción humana que destruyen los hábitats de peces migratorios y otras especies, al alterar el flujo normal del agua.
El reporte se centra en 10 de los ríos más conocidos en el mundo: el Danubio en Europa, el Bravo en Norteamérica, el Río de la Plata en Sudamérica, el Yangtze, el Mekong, el Salween, y el Ganges, en Asia; el Nilo en África y el Murray-Darling en Australia.
El reporte coincidió con el borrador de un informe de la ONU, cuya publicación está prevista para el 6 de abril, que revela que la disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero pueden modificar los peores impactos del calentamiento global, como la escasez de agua para miles de millones de personas o la extinción de la mitad de las especies arbóreas amazónicas.
El informe prevé aún peores daños al planeta en la medida en que aumentan las temperaturas, incluyendo incrementos de los niveles del mar que podrían inundar islas estados del Pacífico de escasa altura y una disminución en la producción agrícola que podría significar hambrunas para millones.
"Cuanto más tiempo estemos sin tomar acciones (para controlar los gases de efecto invernadero), es más probable que surjan algunos de los mayores efectos", dijo Richard Betts, director de un equipo de investigación de impactos climáticos de la Oficina de Meteorología británica y el Centro Hadley.
"Podemos hacer una gran diferencia al elegir entre un escenario de bajas emisiones o uno de altas emisiones", dijo Gunnar Myhre, del Centre for International Climate and Environmental Research, en Oslo.
Ambos estuvieron entre los principales autores de un informe de la ONU sobre el clima que se conoció en febrero, basado en el trabajo de 2 mil 500 científicos, que trazó escenarios de incrementos de temperaturas de entre 1.1 y 6.4 grados Celsius para el 2100 sobre los niveles de 1990.
Según los escenarios, el mayor aumento de temperatura se producirá si el mundo continúa dependiendo de los combustibles fósiles, con 70% de la energía en el 2100 proveniente de fuentes como carbón y gas, y marcados incrementos en las emisiones de gases de efecto invernadero.
El escenario con el menor aumento de temperatura, por debajo de los tres grados Celsius, asume que las emisiones de carbono habrán bajado para el 2100, cuando el mundo obtendrá cerca de la mitad de su energía a partir de fuentes renovables.
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