TLAXCALA.- Aunque parece increíble, el agua de los ríos Atoyac y Zahuapan, que contiene colorantes, detergentes, aceites, heces fecales y hasta cuerpos de animales, quedó cristalina y lista para consumo.
El problema de contaminación de ambos afluentes, que por años han tratado de resolver los gobiernos locales con inversiones millonarias, tuvo una solución en poco tiempo.
Con tecnología mexicana denominada floculación iónica, dos muestras de más de 2 mil litros de agua, tomadas directamente de los ríos que cruzan por el territorio tlaxcalteca, fueron sometidas a tratamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario