VALLE DEL MEZQUITAL, Hgo.— El uso de las aguas de alcantarrilla, esto que los campesinos llaman aquí "oro negro", tiene un precio y los agricultores del valle del Mezquital lo han pagado muy alto con su salud y la de sus hijos, con la contaminación de sus tierras a las que, a fuerza de nutrirlas con aguas negras, las han hecho altamente productivas; parcelas que en todo el año no descansan, pero que se salinizan y erosionan.
Fiebres tifoidea, dermatitis, conjuntivitis, diarreas, amibiasis, salmonelosis, asma, paludismo, cólera y la presunción hasta de cáncer integran el expediente de enfermedades en las poblaciones asentadas en los distritos de riego que conforman el valle y en las inmediaciones de la presa Endhó, receptora y reguladora de esas aguas expulsadas desde las cañerías de la ciudad de México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario