La emergente cultura del agua se apoya en la idea fundamental de que el agua es un recurso compartido. Instar a la participación ciudadana y explorar formas alternativas de dirimir conflictos es una posibilidad real, afirmó Pedro Pérez Luciano, rector de la Universidad Intercultural del estado de Tabasco (UIET).
Dijo que el agua trasciende fronteras nacionales; “con Guatemala compartimos dos cuencas importantes que son la Usumacinta y la Grijalva, por ello su gestión debe ser cooperativa y equitativa, y hacer uso del mejor saber científico disponible es lo alentador.
Abundó que a este aspecto habrá de considerarse que la demanda de alimentos no es negociable y como principal consumidor de agua dulce, el sector agrícola se enfrenta a un reto crítico: producir más alimentos y de mejor calidad usando menos agua por unidad de producto y reduciendo sus impactos negativos sobre los ecosistemas acuáticos complejos de los cuales depende la supervivencia humana.
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