Sin agua no hay paraíso
En estos momentos, los tabasqueños no deben estar pensando lo mismo, tanta abundancia de agua los tiene sumergidos -literalmente- en un panorama nada halagador. Las tropicales coplas que invitan a ir a Tabasco porque es un edén, hoy están trágicamente desfasadas.
Un alza en los precios por el consumo de agua, como la recién propuesta por el titular del Siapa y que se aprobará o desechará por los miembros del Congreso local, no volvería al común denominador de ciudadano en la persona más consciente de un día para otro, pero ese incremento en dinero sí que lo motivaría a volverse altamente ahorrativo, por no decir tacaño, pues peligrarían sus haberes monetarios. Como ejemplo sirva el caso de la energía eléctrica, que no ha dejado a madre alguna sin el complejo de ir apagando focos y televisiones en pos de sus desperdiciados hijos que creen que la regalan.
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